Alberto Ordóñez recibe la solidaridad de 28 personas en su convocatoria de valencia

La realidad demostró ayer que la verdad duele y sus víctimas encuentran escasa solidaridad. De ahí que el gran líder estudiantil valenciano, Alberto Ordóñez, que a sus 21 años sigue estudiando Formación Profesional, lograra reunir a unas 28 personas para protestar ante la sede de LA RAZÓN en Valencia por la portada de ayer, en la que se desvelaban las trayectorias de los principales cabecillas de las «movidas» escolares. De nada les sirvieron esta vez utilizar las redes sociales para su convocatoria. La principal preocupación de Ordóñez se centró en proclamar sus 21 años, no 23 como señalábamos en la información del miércoles. Como si con ello liberara su conciencia y su imagen. Sus escasos colegas, amparados en una bandera independentista, se desgañitaban con los ritos de rigor: «Fascistas sois los terroristas». Como les dije serenamente, ni han conocido el fascismo ni el terrorismo, sino una España democrática fundamentada en un sistema de libertades, precisamente el que les permite vociferar «con la razón y sin ella», cual legionarios de no se sabe qué batallas. A los congregados les dolía ser considerados como malos estudiantes. Es lo que hay. Les importaba más el efecto mediático y publicitario que las razones en las que se basaba nuestra información. Se comportaron, eso sí, como jóvenes civilizados, acompañados de algunos mayores rezumando a borbotones izquierda radical por sus poros. Gritos sin violencia, proclamas sin amenazas, víctimas de aquellas frases inoportunas de Ordóñez en las jornadas del Instituto Luis Vives «vamos a incendiar las calles de Valencia» o algo así. Por más que les duela, la realidad aclaró que la mayoría prefiere estudiar. Es época de exámenes. Los presentes evidenciaron que no son precisamente la España del futuro. Así es la vida.