Eurocopa

Turquía

El campeón se gusta (0-3)

 El Atlético golea al Hapoel con sólo tres de los titulares del domingo

Diego Costa sigue en la buena línea del domingo pasado y marcó el segundo gol tras driblar al portero del Hapoel en su salida
Diego Costa sigue en la buena línea del domingo pasado y marcó el segundo gol tras driblar al portero del Hapoel en su salidalarazon

Coser y cantar. El campeón no le ha perdido el gusto a la competición europea y ganó al Hapoel en Tel Aviv con autoridad. El fondo de armario de Simeone se mostró dispuesto a sumar por la causa y el Atlético regresó a Madrid con tres puntos y con el convencimiento de que tiene una plantilla competitiva, que sabe manejarse muy bien cuando le dan una oportunidad.

Diego Costa, junto con Mario Suárez y Miranda, fue de los que repitió en el equipo titular. Y el brasileño lo volvió a hacer casi tan bien como ante el Rayo Vallecano. Con físico para proteger la pelota, con velocidad y fuerza para irse de los rivales y con toque y claridad para rematar o dar el pase al compañero mejor colocado. Marcó un gol, dio el pase a C. Rodríguez en el primero y volvió a decirle a su entrenador que puede contar con él para lo que quiera.

También sobresalió en este Atlético Raúl García. El navarro se colocó por detrás de Diego Costa, se movió con libertad, aunque partió desde la derecha. Simeone quiere explotarle en esa posición y el jugador le respondió con un gol –hizo el tercero al saque de esquina de Emre– y un robo de balón en la jugada donde se fraguó el segundo tanto. En ese armario de Simeone hay también buena ropa en Emre. El turco jugó un partido cómodo como organizador. Al no estar presionado, porque el Hapoel dio muchas facilidades, controló, pasó y dirigió las operaciones ofensivas. No tiene la velocidad de antaño, pero sí el buen toque y la claridad que le permiten todavía ser el capitán de Turquía. A C. Rodríguez, el «Cebolla» –qué apodo más feo–, el partido también le vino bien. Trabajó, corrió por su banda y se sacó un zapatazo con la izquierda que sirvió para abrir el marcador y para que el Atlético comenzara a vivir tranquilo y sin sobresaltos. Le ocurre lo que a Diego Costa. Si está bien físicamente, participa, no se esconde y aporta al grupo porque tiene una buena pierna izquierda.

Mario Suárez, ayer capitán, cumplió perfectamente y cada día juega con mayor madurez, mientras que «Cata» Díaz aportó su experiencia cuando el equipo israelí trato de inquietar al seguro Asenjo en un par de ocasiones. Miranda no tuvo problemas y Cisma, en su debut, no se complicó en la faceta defensiva, pero sin subir como lo hace Filipe Luis. El más flojito fue Silvio, que en la primera parte se sumó al ataque sin problemas, pero que luego sufrió las internadas de Ben Chaim, que le ganó la espalda en un par de ocasiones.
Así fue el Atlético en su regreso a su competición preferida. Aprobado alto para el equipo que no debe tener problemas para ser líder de su grupo. El Hapoel le exigió poco, pero Simeone trató de que no se perdiera la intensidad y lo consiguió. Y si no hay despistes el equipo funciona.