Bogotá

Qué esconde «La cara oculta»

¿De qué es capaz una persona para estar segura de que la quieren? La historia del cine ha respondido a esta pregunta de diversas y, en ocasiones, descabelladas maneras. También a través de distintos géneros. Andrés Baiz da una nueva vuelta de tuerca a la cuestión en «La cara oculta» con el suspense como telón de fondo.

¿De qué es capaz una persona para estar segura de que la quieren? La historia del cine ha respondido a esta pregunta de diversas y, en ocasiones, descabelladas maneras. También a través de distintos géneros. Andrés Baiz da una nueva vuelta de tuerca a la
¿De qué es capaz una persona para estar segura de que la quieren? La historia del cine ha respondido a esta pregunta de diversas y, en ocasiones, descabelladas maneras. También a través de distintos géneros. Andrés Baiz da una nueva vuelta de tuerca a lalarazon

Los personajes de Quim Gutiérrez, un joven director de orquesta, Clara Lago, su novia enamorada, y Martina García, una hermosa camarera en la que él se refugia tras la desaparición de su pareja, se enredan en una relación en la que casi nada es lo que parece. «Profundiza en el tema de los celos de una manera muy realista. En la actualidad, se asocia de una manera errónea el amor con la posesión. Esto te puede llevar a extremos peligrosos», explica Clara Lago, a la que podemos ver en un papel más adulto al que nos tiene acostumbrados.

El tirón del terror
No menos impactante resulta ver a Quim Gutiérrez batuta en mano con la Filarmónica de Bogotá. «Fue complicado ponerme frente a músicos de verdad para dirigirlos, es un universo muy particular. Todo el mundo me decía que son gente encantadora... Bueno, hay de todo», asegura Gutiérrez, quien sitúa en «el concepto de suspense», lo mejor de esta cinta. Sin duda, dicho género ha dado grandes alegrías al cine español durante los últimos años, y la confianza en él ha llegado también a los exhibidores de nuestro país: «Nunca pensé que esta película se fuera a estrenar en España con 275 copias. Para un director de habla hispana como yo, este país es un referente», confiesa el realizador colombiano.

Sin opción a desvelar casi ningún detalle de la trama (poco más que el punto de partida, es decir, la desaparición del personaje de Clara Lago), el mensaje de Baiz es diáfano: «Es una película para el público que lo quiera pasar bien pasándolo mal. Ojalá que "La cara oculta"pueda aprovechar el tirón que tienen estas películas en España», comenta. El realizador de «Satanás, perfil de un asesino» a partir de un guión ajeno («un poco desquiciado», según cuenta), construye una historia en la que las dos mujeres se convierten en el motor principal de la narración: «Son los personajes activos de la cinta, que convierten la trama en una moneda de doble cara. Todos acaban siendo víctimas y verdugos de la posesión amorosa», sentencia.