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Qué agotamiento

Siempre hay capacidad para la sorpresa. Ahora el origen se encuentra en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Allí no han podido escrutar los votos para la elección de rector «por cansancio».

La Razón
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El problema es que las votaciones se celebraron el martes, el miércoles se suspendió el recuento por la fatiga de quienes lo realizaban y, hasta ayer, casi 48 horas después, no hemos podido conocer los resultados.

En serio, estos intervalos entre las votaciones y la proclamación sólo se producen en países subdesarrollados, pero muy subdesarrollados, o cuando se intenta el «pucherazo». No es el caso de este centro universitario, pero tampoco es de recibo la incapacidad para ejecutar el escrutinio en un plazo digno de un organismo moderno y con presupuesto más que suficiente.

La elección de Jesús Pastor merecía algo más de premura y, sobre todo, algo más de voluntad por cumplir con la tarea. La lectura de 4.000 papeletas no es una «aventura maratoniana» como para dejarla para dos días después. Imagino que no cundirá el ejemplo. Así es la vida.