Londres
El secreto de Londres 2012
Alberto Robledo
Londres- La cuenta atrás ha comenzado. Así lo apunta un reloj en la céntrica Trafalgar Square, que informa de los días, horas, minutos y segundos que restan para la inauguración de los Juegos Olímpicos. El próximo 27 de julio de 2012 se encenderá el pebetero que supondrá el pistoletazo de salida al evento deportivo por excelencia a nivel mundial, el que corona con la mayor de las glorias a los deportistas. No obstante, a diez meses vista, Londres ya respira un espíritu olímpico. Un paseo por la ciudad más cosmopolita de Europa da fe de ello. Las tiendas de souvenirs agasajan con recuerdos de la cita olímpica, y de estilizados edificios cuelgan carteles anunciando la venta anticipada de entradas.
A siete millas (poco más de once kilómetros) del centro urbano londinense y situado en el humilde barrio de Lower Lea Valley, se levanta el Parque Olímpico, terminado con puntualidad inglesa, aunque presidido por un inusual secretismo que impide ver el interior de las instalaciones. La zona este de la ciudad ha sufrido un lavado de cara en el último lustro y ha pasado de estar gobernada por fábricas e industrias, que emitían elevadas dosis de contaminación, a ser un pulmón verde que concentrará toda la actividad deportiva. Precisamente fue su formato compacto (agrupa la Villa Olímpica y el grueso de las instalaciones) uno de los puntos fuertes de la candidatura que más gustó a los jueces del COI durante su visita en la primavera de 2004.
El Estadio Olímpico, ubicado al sur del complejo, es la única instalación cuyo interior ha obviado el hermetismo. Esta misma semana se dio a conocer al público como un ejemplo de instalación ecológica y sostenible, dos pilares insignia de la próxima cita olímpica. Formada por acero, tanto su estructura como los anillos superiores que la decoran, su construcción ha costado 565 millones de euros. Los 80.000 espectadores que cubrirán de color e ilusión sus gradas presenciarán la ceremonia inaugural y de clausura, además del atletismo. Tras las olimpiadas, el West Ham de la «Premier» abandonará el centenario Upton Park y asumirá su propiedad.
El recinto con la fachada más espectacular se encuentra en las puertas del Parque Olímpico. La cúpula del Centro Acuático, una pieza única con forma de raya, brinda el toque modernista a una instalación cuya superficie alcanza los 160 metros de largo por 80 de ancho. En su interior hay dos piscinas olímpicas (50 metros) y otra semiolímpica (25 metros) para el concurso de saltos.
En el ala norte y oeste del Parque Olímpico los protagonistas son el Baloncesto Arena y el Balonmano Arena, que serán el marco de los deportes de equipo. Se trata de dos joyas arquitectónicas pensadas con conciencia ecológica. El primero de ellos ha sido diseñado con asientos negros y naranjas que representan los colores de un balón de baloncesto. Su estructura se compone de un acabado de acero cubierto por 20.000 metros cuadrados de una membrana de PVC blanco reciclable que se volverá a utilizar en los Juegos de Río de Janeiro 2016. Durante las noches, la fachada de PVC servirá de lienzo para la proyección de espectáculos de luz que añadirán un toque artístico a la estructura.
Siguiendo esa línea de compromiso con el medio ambiente y al otro extremo del conglomerado de instalaciones, aparece el velódromo. Apodado «The pringle» por su forma ondulada que le hace similar a esa marca de patatas, tiene capacidad para 12.000 espectadores. La belleza de su diseño le ha otorgado la condición de favorito para lograr el premio Stirling, que goza de gran prestigio en el mundo de la arquitectura británica.
Abrigando todas las instalaciones desde la cercanía se vislumbra la Villa Olímpica, que será testigo directo de los nervios previos a la competición, de las ilusiones basadas en el trabajo de toda una carrera deportiva y de las alegrías y tristezas que deparen el resultado final. Allí residirán temporalmente 17.000 deportistas que buscarán escribir una página en la historia del deporte y que lucharán por hacer sonar el himno nacional mientras se iza al cielo de Londres la bandera de su país.
El transporte, de debilidad a reclamo estrella
A los organizadores de Londres 2012 les preocupaba el transporte, el punto más débil de la candidatura. Las congestiones de tráfico en el centro de la ciudad son frecuentes y el desplazamiento desde allí hasta el Parque Olímpico puede alcanzar los tres cuartos de hora. Londres ha invertido más de 23.000 millones de euros en mejorar el tren y el metro. En la propaganda de la candidatura se apuntaba que el Parque Olímpico estaría conectado con hasta diez líneas de tren que llegarían hasta la estación de Stratford. Nueve ya estaban en funcionamiento con un volumen de 240.000 pasajeros a la hora. La décima es un tren jabalina, de alta velocidad, que une la estación de King's Cross-Saint Pancras y la de Stratford en siete minutos.
A los organizadores de Londres 2012 les preocupaba el transporte, el punto más débil de la candidatura. Las congestiones de tráfico en el centro de la ciudad son frecuentes y el desplazamiento desde allí hasta el Parque Olímpico puede alcanzar los tres cuartos de hora. Londres ha invertido más de 23.000 millones de euros en mejorar el tren y el metro. En la propaganda de la candidatura se apuntaba que el Parque Olímpico estaría conectado con hasta diez líneas de tren que llegarían hasta la estación de Stratford. Nueve ya estaban en funcionamiento con un volumen de 240.000 pasajeros a la hora. La décima es un tren jabalina, de alta velocidad, que une la estación de King's Cross-Saint Pancras y la de Stratford en siete minutos.
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