Camacho gana una tregua

La victoria ante la Real servirá para apaciguar los ánimos. Y es que el equipo llegaba a la cuarta jornada con un punto, sin goles a favor y con la sensación de que la visita de la Real Sociedad lo único que podía hacer era agudizar la crisis. Como todo lo que va mal es factible de empeorar, superado el cuarto de hora la situación osasunista se tornó crítica. Un error en un intento de despeje de Puñal propició un regalo a Tamudo. El delantero se plantó solo delante de Ricardo y adelantó a los donostiarras. Con 0-1, las protestas, especialmente desde el fondo de los Indar Gorri, se agudizaron. Fue la chispa que necesitaba el equipo para reaccionar.

Osasuna se creció de la única forma que podía hacerlo, a base de corazón. El gol del empate fue la mejor prueba. Un remate de cabeza de Pandiani serenó los ánimos. Cuatro minutos después, Camuñas se encargaba de encarrilar el marcador y dejar a la Real muy tocada antes del descanso.

El equipo de Martín Lasarte trató de rehacerse en la segunda mitad. Tamudo y Griezmann tuvieron claras ocasiones para empatar, pero el cambio de Aranda por Lekic terminaría por ser definitivo. Un centro aparentemente sin peligro sirvió para que Osa-suna cerrara el partido.

Aranda aprovechó la fragilidad por arriba de De la Bella y un balón que parecía carente de peligro se convirtió en el tercer tanto de los locales. Con quince minutos por delante, la Real fue incapaz de rehacerse. La buena imagen mostrada ante el Madrid de poco ha servido a la Real Sociedad. Osasuna, que llegaba en crisis a la cuarta jornada, logró la primera victoria de la temporada y serenó los ánimos en el Reyno de Navarra.