El Pompidou se reproduce

Es un ovni en plena área metropolitana de Metz, la capital de la Lorena francesa. La indescriptible cubierta blanca que corona el edificio y la flecha que sirve de remate son quizá los símbolos más característicos de la sucursal que el prestigioso Centro Pompidou abre hoy en la ciudad gala. Lo que a ojos de los lugareños se asemeja más a «una bola de chantilly» se torna en «sombrero chino» según sus artífices, el japonés Shigeru Ban y el francés Jean de Gastines. Un diseño tan futurista como pudo resultar la construcción del Guggenheim en Bilbao, de hecho su referente, no tanto para los arquitectos, sino para los promotores del proyecto por lo que el centro español contribuyó a revitalizar una ciudad víctima de la desindustrialización. A imagen de BilbaoEl Centro Pompidou de Metz (CPM) ofrecerá «un nuevo renacimiento» a una región deprimida por sucesivas reestructuraciones económicas, según Nicolas Sarkozy que ayer cortó la cinta inaugural. Si en principio se conformaría con recibir anualmente 200.000 visitantes aspira, como el Guggenheim el año de su inauguración a atraer más público. Es la primera vez que una institución cultural gala de tal entidad se deslocaliza pero no será la última, pues en 2012 debería inaugurarse una filial del Louvre en Lens (norte del país) y en 2013 en Abou Dhabi. El CPM, cuyo coste total –86 millones de euros– ha sufragado casi íntegramente la administración local, no nace como un museo porque no dispondrá de colección permanente, aunque sí contará con el nada desdeñable privilegio de poder recurrir a las 60.000 obras de la matriz parisina. Su director, Laurent Le Bon, pretende hacer del nuevo centro «una plataforma cultural en pleno corazón de Europa» y un laboratorio de creación «para alimentar una reflexión sobre las nociones del gusto y del juicio estético». La imponente colección con la que se abre al público se interroga sobre el concepto de obra maestra. Una selección de 800 piezas clave desde 1905, en su mayoría prestadas por el Pompidou de París, desde un collage de Matisse, al restaurado tríptico «Azul» de Miró, además de un tapiz del Guernica de Picasso, creaciones de Duchamp, Ernst, Dalí, Pollock y Giacometti.

Un edificio singular- El Museo Pompidou Metz ha tardado tres años en abrir sus puertas.- El coste total del edificio, que tiene una altura de 77 metros, asciende a 86 millones de euros- Su tejado traslúcido, una membrana textil transparente de 8.000 metros cuadrados, deja pasar la luz natural.- Cuenta con 12.000 metros cuadrados, la mitad dedicados a exposiciones.