PNV

El «aguinaldo revolucionario»

En mayo de este año, ETA anunciaba el fin de las prácticas de extorsión contra los empresarios. Se terminaba así con las cartas, que bajo el logo de la banda terrorista, exigían el mal llamado «impuesto revolucionario».

Vecinos de Elorrio, cuando se constituyó el Ayuntamiento de Bildu
Vecinos de Elorrio, cuando se constituyó el Ayuntamiento de Bildularazon

MADRID- Este año, coincidiendo con el tercer aniversario del asesinato del empresario del Tren de Alta Velocidad Inaxio Uria, que se negó a pagar la extorsión, un denominado «colectivo de presos», sin entidad jurídica, se ha puesto a escribir cartas por Navidad. Los destinatarios son los comerciantes y hosteleros de Elorrio (Vizcaya). Son las mismas misivas de siempre, pero barnizadas de un espíritu navideño, amistoso, caritativo, voluntario…
Jóvenes del entorno de la izquierda abertzale son los encargados de entregar en mano estas misivas para recaudar el dinero que destinarán a los presos de ETA y a sus familiares. Visitan bares, comercios, empresas y amablemente le comunican al dueño que pasarán días después –otros años lo han hecho del 10 al 15 de diciembre– a recoger su aportación, que deberán entregar en un sobre.

La carta solicita, bajo el nombre de «sorteo solidario de Navidad», a favor de «los represaliados políticos vascos», la colaboración económica». La dádiva tendrá como recompensa un viaje cuyo destino no se especifica, ni la fecha del sorteo. Asimismo, aprovecha para recordar que «mientras la estrategia carcelaria siga siendo ésta, su aportación sigue siendo imprescindible», y destaca que la contribución «es totalmente voluntaria».

Pero estas cartas navideñas no son nuevas. En 2003 y 2004 los mismos destinatarios recibieron peticiones similares y con el mismo formato. Entonces, especificaban la cantidad a aportar –que oscilaba entre los 20 y los 30 euros– y enumeraban los posibles objetivos a cubrir como «un jersey de invierno, unas zapatillas para correr en el patio, una matrícula para estudiar, viajes de familiares…». Este año no especifican ni cantidad ni objetivos concretos. En años anteriores, a la hora de recaudar el dinero, volvían a los locales y anotaban en una lista quiénes colaboraban y quiénes no. Además, tomaban nota de la cantidad aportada. Este año, aún no se han pasado a recolectar los «donativos».

Entre los comerciantes de Elorrio destacan tres actitudes: los que colaboran voluntariamente y no necesitan ninguna carta –que son minoría–, los que pagan y luego sienten remordimientos y los que no pagan y después sufren el miedo de la extorsión o de ver cómo sus locales resultan dañados.

Estas cartas son un disfraz del «chantaje» y la «coacción» de otras veces. El miedo sigue existiendo y estas misivas son ejemplo de la forma en la que los familiares de presos de ETA y sus simpatizantes tratan de financiarse. El silencio sobre este asunto impera en el municipio. Vecinos del pueblo que no regentan locales son completamente ajenos a esta situación. Elorrio siempre fue un bastión de la izquierda abertzale hasta que este año, el voto decisivo de Carlos García, el único concejal que tiene el PP en el municipio, les arrebató del poder en favor del PNV. Esta vez, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han sido alertados de estas prácticas con el fin de que los empresarios, comerciantes y hosteleros se sientan arropados y protegidos y se evite la consumación de la «extorsión».

 

El etarra de «La Roja», en una mesa petitoria
No sólo se trata de las cartas. En Elorrio se ha instalado también una mesa petitoria para recaudar fondos para los presos de ETA. Este año la preside el presunto etarra Adur Aristegui, que permanece en el municipio en libertad condicional, a la espera de juicio. Aristegui apareció en su foto de perfil de Facebook con la camiseta de la selección española. Se le ha «vinculado» con el ex «número uno» de la banda, Jurdan Martitegi, y con el ex jefe del «comando Vizcaya», Arkaitz Goikoetxea. Está procesado por colaboración con el «comando Vizcaya».