Hamburgo
Abramovich: un búnker antipaparazzi en el mar
El millonario ruso prueba estos días su nuevo capricho: el yate más grande del mundo con un dispositivo para inhibir las cámaras digitales
Hay quien colecciona monedas, sellos, vinilos... El magnate ruso Roman Abramovich prefiere contar barcos. Durante esta semana prueba su nueva adquisición, «Eclipse», que se ha convertido en el yate más grande del mundo, con 170 metros de eslora, diez por encima del «Dubai», valorado en 183 millones de euros y propiedad de Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, príncipe heredero del famoso emirato.A bordo de «Eclipse» zarpó el ruso la semana pasada desde el puerto de Hamburgo para supervisar su funcionamiento durante diez días con los ingenieros responsables de este nuevo «Titanic». La puesta a punto es el último paso antes de la entrega definitiva del barco, prevista para el mes de diciembre, aunque él ha pedido que se acelere este proceso para acudir con él al Mundial de Fútbol de Sudáfrica el próximo verano.A pesar de que los astilleros alemanes Blohm & Voss han firmado una cláusula de confidencialidad que les impide dar detalles sobre el penúltimo capricho de Abramovich, sí han trascendido algunos datos que permiten explicar por qué ha costado casi 400 millones de euros. Distribuido en nueve pisos y 24 camarotes, el barco puede alojar a un centenar de personas entre tripulación e invitados, que además de disfrutar de dos piscinas y varios comedores de lujo, también cuenta con su propia sala de cine, spa, gimnasio, jardín privado y un acuario. Para abandonar este búnker o llegar a él en alta mar, el dueño del Chelsea le ha incorporado dos helipuertos, un puerto en el que pueden alojarse hasta tres lanchas, así como un minisubmarino con capacidad para tres personas. Pero si en algo ha puesto hincapié fue en la seguridad. Así, no sólo incluye un sistema de detección de misiles que fue instalado en Francia, también cuenta con un láser de infrarrojos antipaparazzi. Se trata de un dispositivo que detecta por sensores el momento en el que una cámara digital actúa, a la que contrarresta lanzando un haz de luz para anularla de inmediato. Por otro lado, la cubierta del puente de mando y el camarote principal de Abramovich –una suite de 500 metros cuadrados totalmente acristalada para dormir bajo las estrellas– cuentan con cristales blindados antibalas.No se acaba aquí el derroche del ruso. «Eclipse» no es el único barco que ha adquirido este año. Los medios noruegos revelaron hace unas semanas que Abramovich viajó hasta el país nórdico con su avión privado –un Boeing 767 bautizado como Bandit– a principios de abril para estrenar «Luna», una embarcación de expedición de 115 metros de eslora. En total, Abramovich posee, al menos, cinco grandes yates que, según cálculos de la revista «Forbes», le cuestan sesenta millones de euros al año sólo en mantenimiento.Cuatro años después de que encargara la construcción de «Eclipse», Abramovich no sólo lleva su timón, sino que su compra le ha permitido dar carpetazo a los rumores sobre su solvencia financiera después de que «The Times» publicara el pasado martes el listado de las mil personas más ricas de Reino Unido. Sus negocios en la industria y el petróleo y su fortuna adquirida gracias a la desprivatización de empresas nacionales del ex presidente Yeltsin le llevan a ocupar el segundo lugar con 7.400 millones de libras (unos 8.362 millones de euros), lo que supone un incremento del 6% frente al patrimonio que tenía hace un año. Sólo le supera en el ránking el indio Lakshmi Mittal con una fortuna de 22.450 millones de libras. Después de Abramovich se sitúa el duque de Westminster, que, gracias a los negocios inmobiliarios, atesora 6.750 millones de libras.
Vida tras el divorcioEste poderío económico le permite mantener, a los 44 años, entre otras cosas, las tres mansiones que posee en Londres –valoradas en torno a los 16 y 30 millones de euros cada una–, el chalé de 15 millones en St. Tropez y las miles de hectáreas que domina en su país natal. Tampoco parece haberse resentido su patrimonio después de divorciarse de Irina, con la que tuvo cinco hijos tras 15 años de matrimonio. El propio Abramovich se vio obligado a desmentir, por el bien de su credibilidad como empresario, que se enfrentaba a la separación más cara de la historia. Eso sí, un día después de firmar los papeles se dejó fotografiar con su actual pareja, Daria Zhukova, 20 años más joven que él. Hija de un amigo de Roman y ex novia del tenista Safin, dio a luz a Aaron Alexander, el primer hijo de la pareja, el pasado mes de diciembre.
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