Festival de Cannes

A propósito de Bruni

A propósito de Bruni
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Cuando a punto estábamos de entrar en el huracán Carla Bruni, ése del que ya hemos salido aunque todavía coleen ciertos golpes de melena, quedamos con otra ex modelo francesa de mirada intensa y cuerpo diez. Sólo que, cuando dejó las pasarelas, a Carol Gerland no le dio por tocar la guitarra, sino que se convirtió en diseñadora de una de las marcas de nuevo lujo –así lo define ella, «new luxury»– más admiradas del planeta moda: Zadig & Voltaire. En realidad, todo fue casual. Y compartido con otra compañera de pasarela, Cecilia Bomstrome. Juntas estaban cuando Thierry Gillier, jefazo de la firma, pensó que podrían formar un buen tándem creativo y plasmar todo lo que habían aprendido en sus años como modelos mejor que cualquier diseñador de oficio. Dicho y hecho. Lo que comenzó como un juego en las líneas de accesorios y complementos se convirtió en un megaimperio de prendas básicas en tejidos cálidos y con líneas tan sencillas como veneradas por los «fashion victims». También por Carla Bruni, sí. Charlamos con Carol Gerland en un inglés regular (el suyo no, claro está) pero suficiente para entender que la primera dama francesa es una de sus clientas más fieles, amén de buena amiga porque las tres coincidieron en las pasarelas hace años. Carol se ríe, sabe el morbo que despierta todo lo relacionado con Bruni, pero, prudente, sólo reconoce que le encanta su estilo. Y el de Penélope Cruz también, ya que es prácticamente la única española cuyo nombre se saben de carrerilla más allá de los Pirineos. Carol confiesa que, de momento, la crisis no ha sacudido a su firma, sino todo lo contrario: están en pleno proceso de crecimiento y con las cuentas viento en popa. No todo está perdido, como ven, pero ella toca madera sobre la mesa de cristal: «No sabemos dónde estaremos mañana, pero hoy no nos podemos quejar». Algo ayuda tener entre su lista de clientas a Eva Longoria, Marion Cotillard, Ron Wood y Paris Hilton, por decir cuatro, e incluso la propia diseñadora reconoce lo importantes que son las estrellas hoy en día para vender un producto. Por eso «estamos muy cerca de ellos, y nos encanta que disfruten tanto con nuestra ropa». Lo penúltimo ha sido vestir a todos los actores de una de las películas revelación de la temporada en la taquilla francesa, «LOL», que, protagonizada por Sophie Marceau, llegará a nuestros cines a finales de este mes. «All Zadig», dice Carol después de deletrear el nombre del filme, que se escribe así, en mayúsculas. El inglés regular empieza a trabarse, pero ella sonríe con paciencia de «top model», esforzándose por entender hasta los halagos. Antes de despedirnos, intentamos decirle algo más sobre la Bruni. Pero no hay manera, lástima de barrera idiomática.