Salamanca

Aromas de incienso cera y flor

Los sones andaluces acompañan al Gran Poder y a la Macarena y marcan elJueves Santo / Miles de fieles llenan de devoción las calles de Madrid al paso de las hermandades

Aromas de incienso cera y flor
Aromas de incienso cera y florlarazon

Jueves Santo, tambores, lágrimas y vivas a la Virgen y a Jesús. Las procesiones de Jesús el Pobre con María Santísima del Dulce Nombre, y el Gran Poder acompañado por la Macarena llenaron de devoción las calles del centro de Madrid, mientras que en el barrio de Salamanca, el Divino Cautivo realizaba el primero de sus dos desfiles -también sale el Viernes Santo-. Devotos de Carabanchel, Vallecas, Alcorcón, Puerta de Toledo, Delicias, Legazpi y Chamberí esperaban desde las once de la mañana la salida de los pasos de la iglesia de San Pedro, desconocidos entre sí pero unidos por su amor por Jesús el Pobre. «Nos conocemos de vernos aquí cada año -comentaban- y estamos casi sin comer por ver al Cristo». A primera hora de la tarde, la pequeña placita junto a la calle del Nuncio ya estaba abarrotada de fieles esperando ver la salida de los pasos. Lo mismo ocurría en la calle Toledo, frente a la Real Colegiata de San Isidro, punto de partida de la madrileña más andaluza, María Santísima de la Esperanza, la Macarena. «Este cristo es el verdadero, de antes de la guerra -cuenta María de los Ángeles, fiel desde hace más de 30 años de Jesús el Pobre- es la antigua imagen de Medinaceli, que estaba escondido en la parroquia y la recuperaron». También explica que, aunque la Macarena «es muy bonita» le tiene mucha fe a este y, además, «los del Gran Poder les tienen que dejar pasar cuando se cruzan». Las siete de la tarde es la hora de apertura de la iglesia de San Pedro y el momento más emocionante de las procesiones del Jueves Santo puesto que los «anderos» -cargan en el hombro- tienen que sacar de rodillas al Cristo, debido a la altura de la puerta, y a gatas a la Dolorosa cuyo palio es más alto que el de Jesús. En ese momento, el silencio es sobrecogedor y sólo se escuchan los «ánimo valientes» y «vamos a sacar a nuestro señor» de los hermanos que organizan la complicada salida de la venerada talla. Cuando salen las imágenes, con los sones del himno de España, el aplauso es atronador y las lágrimas de los «anderos», que un año más han logrado realizar la maniobra, son acompañadas por las de muchos de los fieles que les vitorean. Algunos de los devotos tenían aún más motivos para el llanto, como Paula y María Teresa, penitentes de Móstoles que apenas un día antes han tenido que renunciar a salir con su Dolorosa por problemas físicos y familiares. Las dos procesiones que discurren por el centro de la capital el Jueves Santo se unen a mitad de sus recorridos pese a que salen con una hora de diferencia. Jesús del Gran Poder y la Macarena, acompañados de saetas de inspiración andaluza, ceden el paso a Jesús el Pobre y María Santísima del Dulce Nombre en la plaza de Puerta Cerrada cuando se cruzan los desfiles. Las dos hermandades que organizan estas procesiones -la Primitiva e Ilustre Hermandad de Jesús Nazareno «el Pobre» y María Santísima del Dulce Nombre, y la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del GranPoder y María Santísima de la Esperanza Macarena- mostraron su rechazo a la nueva Ley del Aborto que prepara el Gobierno central llevando un lazo blanco en los pasos de María Santísima del Dulce Nombre y de la Esperanza Macarena.