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Arranca el G-8 en LAquila donde Zapatero tendrá un papel secundario

Los líderes del 'Grupo de los Ocho' llegaron hoy a L'Aquila(centro) para participar en la cumbre que ha sido organizada porItalia, el país que este año ocupa la presidencia. A última hora, lasede de la reunión, que inicialmente iba a desarrollarse en laparadisíaca isla de la Magdalena, fue trasladada a L'Aquila, laciudad que hace tres meses quedó devastada a causa de un terremoto. La canciller alemana, Angela Merkel, fue una de las primeras enllegar y aprovechó las horas que quedaban para el inicio de lareunión para visitar el pequeño pueblo de Onna, que fue uno de losmás golpeados por la tragedia. Alemania se encargará de la reconstrucción de la iglesia de estapoblación, donde el 11 de junio de 1944, las tropas nazis cometieronuna masacre. Durante la visita, Merkel resaltó la "fortaleza"de loshabitantes y renovó sus compromiso con la reconstrucción. El primer ministro japonés, Taro Aso, también aprovechó la ocasión para visitar el centro de L'Aquila, donde el terremoto destruyónumerosos edificios de viviendas, sedes institucionales y monumentosculturales. De hecho, gran parte de los habitantes de esta ciudad han perdidosus casas y siguen viviendo en las tiendas de campaña provisionalesque la Protección Civil ha puesto a su disposición mientras elGobierno reconstruye la ciudad. Antes de trasladarse a L'Aquila, el presidente de Estados Unidos,Barack Obama, se reunió en Roma con el presidente de Italia, GiorgioNapolitano. Al término de este encuentro, Obama resaltó el "fuerteliderazgo"que tiene Italia dentro del G-8, en respuesta a las críticas de la prensa extranjera sobre la mala organización delevento. La cumbre empezó hacia las 13.30 horas con un almuerzo de trabajo,en el que los líderes de las principales economías del mundo trataránsobre la crisis económica internacional. Antes de empezar, el primerministro de Italia, Silvio Berlusconi, recibió personalmente y se fotografió con cada uno de ellos.

 

Zapatero acude como actor secundarioEspaña participará esta semana en su primera cumbre del G-8, el club con derecho de admisión de los países más ricos del mundo. Hasta ahora sólo había estado presente en la reunión celebrada en Canadá en 2002, pero en aquella ocasión acudió como presidente de turno de la UE. Pese a los vítores del presidente del Gobierno por haber sido invitado al encuentro, el papel que representará nuestro país será muy secundario. José Luis Rodríguez Zapatero no estará en las sesiones que se celebran hoy, la primera jornada de la cumbre, que son las más importantes. Sólo entrará en escena mañana, cuando los países europeos del G8 (Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia) informen a sus socios de la UE presentes en el encuentro de lo que se trató el día anterior. El mejor momento de Zapatero llegará el viernes cuando presidirá junto a Ban Ki Moon, secretario general de Naciones Unidas, una conferencia sobre seguridad alimentaria. La charla será una continuación de la reunión sobre este asunto mantenida en Madrid a principios de años. Tal vez saque más réditos Zapatero de sus entrevistas con otros jefes de Gobierno. Ya está confirmado que hablará con el presidente ruso, Dmitri Medvedev, y con los primeros ministros de Holanda, Canadá y Suecia. España se puede ver beneficiada de la manifiesta incapacidad que Italia está teniendo para organizar la cumbre del G-8. Según publicó ayer el diario británico «The Guardian», Estados Unidos ha tenido que hacerse con las riendas de la reunión para evitar que fuese un fracaso. Este hecho insólito ha provocado que algunos países se planteen la expulsión de Italia del G-8 y su sustitución por España. Según un funcionario europeo citado por el periódico británico, esta organización «es un club y los clubes pagan cuotas. Italia no las ha pagado». Nuestro país, informa «The Guardian», constituye el perfecto sustituto para la nación transalpina ya que tiene una «mayor renta per cápita» y dedica un «mayor porcentaje de su PIB a ayuda al desarrollo».