Roma

Benedicto XVI llegó a Ammán primera etapa de su viaje a Tierra Santa

Segundos después de las 14.30 de hoy, Benedicto XVI descendió de las escalerillas del avión de Alitalia en el aeropuerto internacional Reina Alia de Ammán, capital de Jordania, donde le esperaban los Reyes de Jordania, Abdala II y Rania, que le brindaron un caluroso saludo. También estaban presentes autoridades políticas y civiles, los ordinarios de Tierra Santa, los patriarcas y obispos y un grupo de fieles. Tras unas salvas de cañón, un desfile militar y los himnos de ambos estados, el Rey Abdala acompañó al Papa y le presentó a las autoridades jordanas civiles y militares, líderes religiosos y numerosos obispos de la región, incluido el patriarca católico de y el custodio de Tierra Santa. Los discursos de bienvenida tuvieron lugar en una carpa montada en el aeropuerto, a la que Benedicto XVI accedió acompañado del monarca y rodeado de un fuerte y largo aplauso. "He venido a Jordania como peregrino para venerar los lugares santos que han jugado una parte tan importante en algunos de los eventos clave de la historia bíblica", dijo el Sumo Pontífice, que expresó su agradecimiento en nombre de los católicos por la "posibilidad de que la comunidad católica de Jordania pueda construir lugares públicos de culto; un signo del respeto de este país por la religión". En este sentido afirmó que "la libertad religiosa es un derecho humano fundamental"y añadió: "Espero y pido con fervor que el respeto de los derechos inalienables y la dignidad de cada ser humano sea cada vez más consolidado y defendido, no solo en Oriente Medio, sino en todo el mundo". "Mi visita a Jordania me ofrece la grata oportunidad de expresar mi profundo respeto por la comunidad musulmana y de rendir homenaje al papel de guía de Su Majestad el Rey en promover una mejor comprensión de las virtudes proclamadas por el Islam", prosiguió. El Santo Padre subrayó que "el Reino de Jordania está en la vanguardia en las iniciativas para promover la paz en Oriente Medio y en el mundo, alentando el diálogo interreligioso, sosteniendo los esfuerzos para encontrar una solución justa al conflicto israelí-palestino, acogiendo a los refugiados del cercano Irak y tratando de frenar el extremismo". Tras recordar "los esfuerzos pioneros a favor de la paz en la región del anterior rey Hussein", manifestó el deseo de que "sus esfuerzos para la solución de los conflictos en la región sigan fructificando en el esfuerzo por promover una paz duradera y una verdadera justicia para todos los que viven en Oriente Medio". Refiriéndose al seminario del Foro Católico-Musulmán celebrado en Roma el pasado otoño en el que los participantes examinaron el papel central del mandamiento del amor en las respectivas tradiciones religiosas, el Papa terminó expresando el deseo de que "esta visita y todas las iniciativas para promover buenas relaciones entre cristianos y musulmanes ayuden a crecer en el amor a Dios Omnipotente y Misericordioso, así como en el amor fraterno recíproco". Por su parte, el Rey pronunció las palabras de bienvenida en inglés y sin leer ninguna nota. Entre otros buenos sentimientos, expresó que "esta visita se produce en el momento perfecto para el proceso de paz en Oriente Medio". Asimismo, aludió en varias ocasiones al diálogo que tiene que existir entre las tres religiones del Libro y sostuvo que Jordania es uno de los principales impulsores.