Carnaval de números

Las empresas del Ibex-35 han ganado el pasado año menos. No mucho menos, pero sí lo suficiente como para acordarse de 2007 o 2006, cuando las ganancias crecían a tasas del 14,5% y del 37,5%. Adiós a las fastuosas presentaciones en hoteles y restaurantes de lujo y bienvenida a los sistemas electrónicos de transmisión de datos y hechos relevantes por impersonales que sean.
Agotados ya los adjetivos en los años de oro, ahora toca rebuscar en los diccionarios de sinónimos para encontrar lo que debemos escribir cuando no conviene decir lo que pensamos. Lo mismo que en el Parlamento, pero con más números. En los pasillos del Congreso se dice lo que se piensa sin pensar lo que se dice y desde los escaños se piensa lo que se dice sin decir lo que se piensa.
Después de una semana de incontables presentaciones de cuentas hemos seleccionado para ustedes algunas joyas de la literatura financiera que nos han servido empresas, bancos y cajas de ahorros, todas ellas dirigidas a disfrazar la caída de beneficios en unos casos y las pérdidas, en otros. Hemos leído titulares con referencias a los «resultados netos ajustados», término semidesconocido antes de la crisis. O «Caja X incrementa su balance un y%» como si a alguien le importase ahora el tamaño. ¡Qué manera de acudir al «resultado operativo recurrente» o al «beneficio neto atribuible ajustado»! Como hacía años. Y menos mal que a algunas empresas aún les queda algo de ebitda y un poquito de cash-flow. ¡Vaya año!