Estados Unidos

China y EE UU comparten optimismo

El mejor pronóstico de Obama y Bernanke sobre la economía coincide con los buenos augurios de China. 

China y EE UU comparten optimismo
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El Presidente Barack Obama comienza a ver la luz al final del túnel. Y parece que el jefe de la Reserva Federal Ben Bernanke también la ve. Y algo similar ocurre en la economía del gigante asiático, donde se habla ya de cambio en la tendencia de las cifras.¿Por qué el líder demócrata se muestra tan optimista? Un portavoz de la Casa Blanca remite a LA RAZÓN al discurso que el líder estadounidense ofreció el pasado martes en la Universidad Georgetown en Washington. «No hay duda de que pasamos todavía por momentos duros, pero por primera vez empezamos a ver pequeños rayos de luz de esperanza. Y desde ahí, en la distancia, observamos una visión del futuro de Estados Unidos que es muy diferente del pasado con los problemas económicos», concluyó el demócrata.Los expertos son más cautos que el político a la hora de hablar del futuro del mismo país. El analista de la firma de estudios y proyecciones de economía IHS Global Insight, Brian Bethune, explicó a este periódico que «hay algunos parpadeos de mejora en algunas áreas concretas, sobre todo en las ventas de casas. Sin embargo, la realidad es que la economía todavía se contrae. Es menos severa, pero aún estamos a seis meses de ponernos en situación de recuperación», indicó Bethune. A su juicio, «las mejores noticias que se pueden dar ahora es que la tasa de contracción de producción y empleo está en proceso de recuperación». Y, parece que de momento poco más. Un «Sí, se puede» económicoEl tono de la intervención de Obama a principios de semana recordó a la noche electoral de las elecciones primarias de New Hampshire, dentro de su partido, hace poco más de un año. En esos días, todavía nadie sabía que iba a ocupar la Casa Blanca. Y Obama perdió cuando las encuestas le daban como ganador con una ventaja sobre Hillary Clinton de diez puntos. Entonces, Hillary Clinton ganó cuando ambos competían por representar a su agrupación política en las elecciones presidenciales. Y esa noche empezó a rodar más deprisa la máquina de los sueños de Obama con el famoso «Sí, se puede» de su campaña. En un discurso, también pronunciado esta semana, Bernanke advirtió que cuando comience la fase de recuperación habrá que realizar un gran esfuerzo para salvar el desastre financiero. «Recientemente, hemos visto señales de que la actividad del decrecimiento económico puede ralentizarse», admitió el jefe de la Fed. Y confirmó después el informe conocido como «libro beige»El experto de la compañía de estudios y análisis económicos «Standard and Poors», David Wyess, explicó a LA RAZÓN que «vemos señales de fortaleza o, por lo menos, de menor debilidad. Sin embargo, no creo que hayamos tocado fondo. La confianza de los comerciantes y los consumidores ha mejorado», recordó. Según Wyess, «lo peor ha pasado, pero no ha terminado. Creo que tocaremos fondo a finales de este año», concluyó el experto. Y, de momento, la gente sigue sin trabajo y sin gastar.China también cambiaEl Gobierno chino asegura igualmente que su economía se está recuperando «mejor de lo esperado». Ocurrió ayer en el marco de una conferencia en Hainan, donde el primer ministro, Wen Jiabao, comentó con optimismo contenido los datos registrados en los tres primeros meses del año. Y es cierto que las cifras manejadas por la administración comunista superan las expectativas (sobre todo en marzo) en lo relativo a PIB, inversiones directas, producción industrial, consumo interno y empleo. Jiabao achacó la recuperación al plan de estímulo de 433.961 millones de euros lanzado por su gabinete, centrado en las infraestructuras, así como en ayudas al campo y las ciudades del interior. China sigue aspirando a cumplir la meta de crecer por encima del 8% en 2009. Quizá hoy con más convicción que a principios de año, después de un primer trimestre en el que el PIB aumentó un 6,1%, registrando un pinchazo algo menor del esperado, aunque muy por debajo del 13% de hace un año, e incluso del 6,8 de los últimos tres meses de 2008.China, muy afectada por la crisis a causa de su extrema dependencia en las exportaciones hace enormes esfuerzos por modificar su modelo de desarrollo, potenciando una de sus grandes asignaturas pendientes: la demanda interna. Gracias en parte a un paquete de estímulos pagado con las reservas, y en parte al comportamiento de los consumidores el «gigante asiático» logra avances significativos, aunque algunos economistas desconfíen de la estadística oficial. El mes pasado la producción industrial se elevó un 8,3%, frente al terrible 3,8 de enero y febrero. Wen renovó su promesa de sacar al país de la depresión expandiendo la demanda interna, levantando obras públicas, encontrando empleos para los cerca de dos millones de jóvenes universitarios en paro y mejorando la red de asistencia social, muy devaluada en las grandes ciudades.