Teatro

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Cines de verano

La Razón
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Hablar de cines de verano hago referencia a los que existieron en Murcia antes y después de la guerra civil para distracción y soslayo de los murcianos que nos quedábamos en la capital gran parte de los días de verano. Podemos decir que el primer cine de verano era el consistente en aquellas películas de cine mudo que los hermanos García, de Cartagena, proyectaban en La Glorieta de Murcia, justamente donde está la parada de taxis, en las noches del estío. Los asistentes, además de gozar de las delicias de las películas de Charlot y las del Oeste Tomyx y Tom Tiler, al mismo tiempo degustaban los cafés y helados servidios por el Café del Sol y por el Moderno. Cuando se descubrió o se implantó la refrigeración en algunos cines y teatros, comenzaron a proyectarse películas en el teatro Romea, escasas temporadas, y en el Cinema de la Media Luna. Fue en los años mil novecientos treinta y alguno cuando la familia Bernal construyó el Murcia Parque, con sus piscinas y su sala de cine al aire libre, espacio en el que se celebraban fiestas de sociedad, especialmente las verbenas de la prensa y las de la radio. En aquellos tiempos también se celebraba cine en la plaza de toros y en el cine Imperial, que también tenía su piscina y su salón de fiestras,, situado en la calle Vinadel. Y por último diré que, en el solar donde estuvo el convento de madres capuchinas, se construyó un cine de verano que funcionó durante los años 1942 y 1943. Hoy son los cines de verano menos frecuentes, acaso también porque es menos el número de murcianos que permanecen en la ciudad durante los meses de julio y de agosto. En fin, hemos hecho un pequeño resumen de estos lugares de recreo, de distracción y de diversión.