Londres

«Copenhague 2009: a la vista» por Ramón Tamames

«Copenhague 2009: a la vista», por Ramón Tamames
«Copenhague 2009: a la vista», por Ramón Tamameslarazon

La verdad es que no era algo tan fácilmente esperable. Pero, afortunadamente, llegó con la Conferencia del G-20 del 2 de abril en Londres: un hecho muy significativo para el Planeta Tierra. Nos referimos al punto 28 de la Declaración de ese congreso eco-ecuménico de la capital inglesa, donde textualmente se dice: «reafirmamos nuestro compromiso de afrontar la amenaza del cambio climático irreversible, basándonos en el principio de las responsabilidades compartidas pero diferenciadas, y de alcanzar un acuerdo en la Conferencia de la ONU sobre cambio climático que se celebrará en Copenhague en diciembre de 2009». Los lectores de esta columna saben perfectamente que en diciembre de 2007, en la Isla de Bali, Indonesia, se acordó una Hoja de Ruta para llegar en el 2009 a un encuentro de pacto y formulación de principios en la capital danesa. En una senda no precisamente de rosas, sino de duras negociaciones con el objetivo solidario de ayudar a Gaia, el único espacio conocido del universo donde hay una vida avanzada. Para ello, a lo largo de 2008 y 2009 se han ido produciendo, y aún quedan pendientes algunas reuniones, una serie de sesiones preparatorias del encuentro final en la ciudad de la sirena de Christian Andersen. Allí se decidirá, cómo entrar en una nueva etapa de lucha contra el calentamiento global. Con el gran aliciente de que Estados Unidos se incorporará plenamente a los esfuerzos para poner coto a las emisiones de gases de invernadero; en la idea de que además, China e India, harán otro tanto. La noticia llegada de Londres es, por consiguiente, magnífica. Porque confirma las expectativas de la globalización definitiva del espíritu de Kioto. En una dirección que seguro que no resolverá el problema fundamental de acabar con el calentamiento global. Pero si permitirá una mejor gestión de los recursos naturales, una eficiencia energética mucho mayor, y una mejor salud pública de los que más sufren en este planeta todavía azul. Amén.