Burdeos

Cuatro golpes seguidos a la cabeza de ETA

La Razón
La RazónLa Razón

Desde el pasado 20 de mayo de 2008, la cúpula de ETA ha sufrido cuatro golpes decisivos, al haber sido capturados los principales responsables, tanto de los «aparatos» «político» como «militar». Ese día, la policía francesa, en una operación conjunta con la Guardia Civil, detuvo en un apartamento de la localidad de Burdeos, a Francisco Javier López Peña, «Thierry», que era el máximo responsable del «aparato político». También fueron arrestados Ainhoa Ozaeta, Jon Salaberria e Igor Suberbiola. Este último, junto a su jefe López, habían tenido un importante papel en el fallido proceso de negociaciones con el Gobierno. Seis meses después, en la madrugada del 17 de noviembre, el entonces jefe del «aparato militar», Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», era detenido, junto a la etarra Leire López Zurutuza, en la localidad de Cauteret, cerca de Lourdes. El primero era el responsable de los «comandos» y ella la jefa de las células de «legales» (no fichados), en las que ETA ha basado gran parte de su actividad en los últimos tiempos. Tras esta detención, «ascendió» a responsable «militar» de ETA, Aitzol Iriondo, «Kurbitz». Sin embargo, sólo ocupó este puesto en la organización criminal durante 21 días. Fue capturado el 8 de diciembre, también en Francia, en la localidad de Gerde, al sur del país. Junto al él fue arrestado Eneko Zarrabeitia, «Sorgin», y Aitor Arteche. Este último, como ha ocurrido ahora, había acudido a una cita con los otros dos que le iban a integrar en la estructura etarra dado que era un «huido» del «comando Vizcaya». Cuatro operaciones contra la dirección de la banda en casi un año y, según todos los indicios, habrá más. Ser cabecilla etarra se ha convertido en algo verdaderamente complicado y en una garantía para conocer, primero las cárceles francesas y, con posterioridad, las prisiones españolas. A estas acciones policiales hay que unir la importante captura, el pasado 10 de abril en París, de Ekaitz Sirvent, jefe del «aparato de falsificación». En sus ordenadores, puede haber información muy valiosa sobre los actuales jefes y pistoleros de ETA.