España

De la Vega se aloja en hotel atacado en Bombay como gesto de apoyo a India

La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, ha decidido alojarse durante su estancia en Bombay, y como muestra de apoyo de España a la democracia india, en el hotel Taj Mahal, uno de los objetivos de los ataques terroristas perpetrados en esta ciudad en noviembre.

Bombay es la segunda etapa del viaje oficial que está realizando Fernández de la Vega a la India después de haber visitado ya Nueva Delhi y haber mantenido en ella una serie de reuniones con diversas autoridades del país asiático, como su primer ministro, Manmohan Singh.
La vicepresidenta llegó hoy a la capital financiera de la India y tanto ella como la delegación que la acompaña se alojan en el Taj Mahal, hotel que junto con el Oberoi y otros establecimientos hoteleros, restaurantes y estaciones fue objeto de los ataques perpetrados desde el pasado 26 de noviembre y durante tres días por un comando terrorista que se cobró casi doscientas vidas.
En su primer acto en Bombay, una reunión con empresarios indios con inversiones en España y que se celebró también en ese hotel, la vicepresidenta española explicó que en la política y en la vida los gestos son importantes.
«Por eso estamos aquí», dijo en referencia al gesto de apoyo de España a la India que supone estar presente hoy en ese establecimiento hotelero, que lamentó que hace algo más de un mes fuera elegido por los terroristas «para sembrar su semilla de odio y violencia».
Frente a ello, advirtió de que los terroristas «no pueden ni podrán alterar la normalidad democrática, no van a quebrar la voluntad de los ciudadanos de vivir en paz y no van a conseguir que su fanatismo se imponga, por medio de la violencia, a la razón, la ley y la Justicia».
La vicepresidenta homenajeó a las víctimas de los atentados de Bombay para, a renglón seguido, reiterar la solidaridad de España con la India en la lucha contra el terrorismo e informar de que, ayer, Singh le agradeciera el gesto de alojarse hoy en el Taj Mahal.
«Los terroristas podrán causarnos dolor, podrán infligir sufrimiento, podrán huir y ocultarse, pero finalmente caerán, porque no hay más límites que los que imponen la ley y el Estado de Derecho a la determinación de quien defiende su libertad», garantizó Fernández de la Vega.
Nada más llegar al hotel, la vicepresidenta española fue informada sobre el terreno de las consecuencias del ataque terrorista en este edificio, en el que murieron 32 personas.
El hotel, una de cuyas cúpulas fue pasto de las llamas a consecuencia del asalto terrorista, está abierto sólo parcialmente, ya que parte de sus instalaciones sufrió daños que no permitirán su reapertura total hasta finales de este año.
Situado frente al mar Arábigo y junto a un sitio emblemático de Bombay como la Puerta de la India, se encuentra cerca del lugar elegido por los terroristas en noviembre para hacer el desembarco nocturno desde el que iniciaron sus ataques.
En el recibidor del hotel se encontraban los dos únicos españoles heridos en los atentados, el matrimonio formado por Rafael Beaus y Rosa Romero.
En otro de los hoteles atacados, el Oberoi, es donde estaba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en el momento de los atentados.
Aguirre pudo ser evacuada en las primeras horas junto con algunos miembros de la delegación que presidía, de la que formaba parte un grupo de empresarios, mientras que el resto de sus acompañantes y varias decenas de españoles más fueron repatriados en los días siguientes.
El cónsul español en Bombay, César Alba, que atendió a los españoles que vivieron en primera persona los ataques, recibió también hoy a la vicepresidenta y le explicó algunos pormenores de lo sucedido.
En declaraciones a los periodistas que acompañan a Fernández de la Vega aseguró que los atentados no afectarán a las inversiones españolas en la India, pero reconoció que el turismo en general se está resintiendo.
También se encontraba en Bombay en el momento de los atentados una misión del Parlamento Europeo encabezada por el eurodiputado español Ignasi Guardans, de Convergencia i Unió.
Guardans acababa de salir del hotel Taj Mahal cuando se iniciaron los ataques, que le sorprendieron en un restaurante cercano a ese complejo.