París

El contraataque del doctor Chams

La Razón
La RazónLa Razón

Convencido de que «cuando uno está en lo más alto, le salen enemigos por todas partes», el doctor Chams sigue viajando de punta a punta del planeta para «rejuvenecer el rostro de sus clientes sin cambiar su expresión». Ajeno a la polémica suscitada por un programa de televisión, que le culpó de engañar a sus pacientes y de sortear su deber ante la Hacienda Pública, la expresión del rostro de Chams no muestra ni un ápice de preocupación o de rabia: «He denunciado lo que han dicho de mí ante los tribunales, porque es falso. Ahora mi abogado es quien se ocupa del tema», apunta Chams. «No me preocupa», subraya. Chams sabe que la envidia y los celos pueden llegar muy lejos. Licenciado por la Universidad Pierre et Marrie Curie de París, Christian Chams se especializó en Farmacología y Bioquímica, y desde hace 25 años ejerce como doctor especialista en medicina estética. Eso sí, sin bisturí. ¿Su secreto a voces? Inyecciones de productos naturales, como vitaminas o aceites, elaboradas a medida para cada tipo de persona y de piel. «El objetivo de los tratamientos que aplico es rejuvenecer el rostro sin cambiar la expresión de la cara», insiste el doctor. «Durante años me dediqué a la cirugía estética, pero, enseguida, me di cuenta de que no me gustaban las técnicas que aplicaba, entre ellas, hinchar labios, estirar la piel...», afirma el médico. Comenzó entonces un largo, pero exitoso, proceso de investigación: encontrar en la naturaleza productos revitalizantes, estimulantes y reconstituyentes. Luego, llegaría la confección de las mezclas para lograr el esperado resultado: parecer más joven sin necesidad de pasar por el quirófano. El radio de acción de la técnica Chams se limita «a las zonas visibles, a lo que la persona muestra a los demás». Es decir, el rostro, el cuello y el escote, sin olvidarse de las manos, ya que su aspecto no debe desentonar. Puntualmente, el tratamiento se extiende a pequeñas zonas del abdomen para adelgazarlas con productos que disuelven la grasa sin traumatismos. Al alcance de todos Por activa y por pasiva, el médico garantiza que todas las sustancias que utiliza son naturales y que el toque personal radica en su «savoir faire» a la hora de combinarlos y aplicarlos. Entre su extensa lista de pacientes aparecen los nombres de famosas actrices, empresarias y políticas españolas e internacionales. Chams rehuye revelar la identidad de sus clientes y apunta que sus tratamientos están al alcance de cualquier bolsillo. Cada sesión cuesta entre 700 y 1.000 euros y la duración de todo el proceso de rejuvenecimiento «depende de la persona que reciba el tratamiento». «Para retrasar el envejecimiento de la piel, lo ideal es aplicar entre dos y cuatro sesiones», explica. Luego, con una al año basta para mantener los resultados obtenidos. La mejor edad para empezar a prevenir los achaques del paso del tiempo se sitúa entre los 30 y los 35 años. «Antes, no», asegura. Los hombres tampoco pierden la oportunidad de parecer «menos cansados, como cuando vuelven de vacaciones». De cada ocho mujeres que sucumben a los encantos de parecer más joven sin sufrir, dos hombres acuden a su consulta. Además, insiste una y otra vez en que lo que él ofrece y hace es estimular la piel para que recupere la luminosidad y fuerza perdidas con el tiempo con la condición de mantener la naturalidad de las facciones. Pero, ¿todos los pacientes piden exactamente los mismos tratamientos y resultados? Chams ríe y resalta que «lo que buscan las mujeres es que desaparezcan las arrugas, mientras que a los hombres lo que les molestan son las ojeras y la papada». Sin embargo, todos tienen claro que quieren evitar el proceso quirúrgico y «volver al trabajo el mismo día». Dada su trayectoria, Chams parece haber demostrado que no se equivocó al apartarse del bisturí. Entre sus próximos proyectos está sacar al mercado tres productos con su sello: una crema hidratante, un sérum y una crema antiarrugas, además de poner en marcha un centro académico.