Cataluña

EL EFECTO REBOTE

La Razón
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El PSOE ha pinchado en hueso allí dónde más necesitaba un buen resultado. En las europeas ha sufrido lo que en política se llama «el efecto rebote». Es decir, todo lo contrario de lo esperado. La campaña de corrupción orquestada en Madrid y Valencia desafinó por completo. Sus nuevos líderes, Tomás Gómez y Jorge Alarte, no despegan. En el tradicional feudo castellano-manchego, el PP se impone por vez primera. En Murcia, los socialistas prácticamente ni existen. Y en Cataluña baja el PSC, frente a una CiU en vías de recuperar el poder en las próximas autonómicas.
A esto se une lo criticado por Felipe González y Alfonso Guerra. No saber afrontar con valentía la crisis y plantear una batalla sobre el aborto. En lo primero se ha perdido un tiempo precioso, como bien dijo el ex presidente del Gobierno. Y en lo segundo se ha pasado factura ante una reforma que nadie pedía, con un mensaje radical innecesario, según opina quien fue el poderoso número dos del partido y uno de sus mejores estrategas.
Suenan críticas internas ante una campaña que no logró movilizar a la izquierda desganada y sí incentivó a un electorado mucho más sensato. Un amargo trago para Rodríguez Zapatero. Y está por ver cómo y cuánto aguanta la indigestión.