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El juez injusto

La Razón
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La Fiscalía puso en su lugar al juez Garzón. Es llamativo, cuando menos, que un magistrado sea incapaz de obtener evidencias que incriminen a aforados nacionales de un determinado partido político, por más que haya roto reputaciones con sistemáticas filtraciones a la prensa, y que a la vez retrase hasta el extremo la remisión del caso a los Tribunales correspondientes. Sería llamativo si no se tratase de Baltasar Garzón, claro. Garzón ha insinuado por todos los medios que el PP está implicado al más alto nivel en su mediática «operación Gürtel». No ha conseguido demostrarlo, pero eso a nadie extraña. Así es Garzón. Así son sus archiconocidas «garzonadas». No en vano Garzón ha sido diputado nacional del PSOE y su imparcialidad a la hora de juzgar al PP es, a lo más, supuesta. No hay Gürtel para Rajoy y su equipo ni en el más tórrido sueño del juez. Garzón se repliega a sus cuarteles de invierno. Lógico. Aunque antes, como no ha podido manchar directamente al líder popular, trata de implicarlo indirectamente a través del presidente de la Generalitat valenciana. Ahora es Camps quien se somete a las hogueras garzonitas, pero teniendo en cuenta la escasa fiabilidad del juez y su elevado porcentaje de instrucciones fallidas, seguramente, puede estar tranquilo. Garzón es ya una caricatura de sí mismo. El rostro de una Justicia injusta por politizada. Eso sí, que pone en riesgo la credibilidad de todo nuestro sistema judicial.