Sin Bullock el Madrid claudicó

Vitoria- El tercer duelo de la serie tuvo los ingredientes de un cara o cruz con tensión, buen juego, errores y un Real Madrid a quien le faltó gasolina y fuerzas en los diez minutos finales. Además perdió por lesión a Bullock y lo acusó bastante cuando el partido llegó a su fase decisiva. La ausencia del norteamericano y la quinta personal de Felipe Reyes acabaron por enterrar las ilusiones del conjunto de Joan Plaza, que fue superior en el rebote, pero que falló en los momentos clave.
Los vitorianos apelaron, de nuevo, a la fortaleza del Buesa Arena y al calor de su afición para conseguir la victoria definitiva y asegurarse el billete para intentar repetir el título en su sexta final liguera. El Tau recuperó el carácter habitual de la temporada y tras el varapalo de Vistalegre fue el equipo intenso y que encontró de nuevo al mejor Teletovic de la temporada. El bosnio firmó una serie de seis triples y 22 puntos para ser la referencia ofensiva del conjunto de Ivanovic.
Además Rakocevic y Splitter volvieron a sus cifras habituales, con 20 puntos para el serbio y 18 para el brasileño, y todo resultó mucho más sencillo para el Baskonia ante un Real Madrid, desconcertado al principio, pero con capacidad –vía Raúl López y Mumbrú– para mantener al equipo y plantarle cara al Tau.
Dos personales consecutivas señaladas a Bullock y una técnica a Joan Plaza en sólo 31 segundos permitieron cobrar al Tau un siete a cero, que desorientó a los blancos en un inicio surrealista. Lejos de descomponerse como en otras tardes, el acierto de Hervelle, Mumbrú y Llull permitió al Real Madrid igualar a once, mientras que por el Tau Rakocevic y Mickeal eran la única respuesta.
 El Tau encontró en el perímetro su salvación porque en el primer cuarto sólo anotó dos canastas desde la pintura para terminar igualados (20-20) con más nervios que juego. El segundo acto fue una mezcla de correcalles y tensión a partes iguales con errores debajo del aro, fallos en los pases y pésima selección de tiro hasta el punto de que en los primeros ocho minutos cada equipo había anotado sólo ocho puntos, (28-28), prueba de su inconsistencia.
Los tiros libres fueron la salvación para ambos y gracias a la irrupción de Bullock y la ayuda de Mumbrú el Real Madrid alcanzó el descanso con ventaja, (35-37). Por el bando local, acciones aisladas de Prigioni, Teletovic o Splitter le permitieron mantener el tipo en sus peores momentos.
En la reanudación, Splitter resolvió debajo del aro para situar de nuevo al Tau con ventaja (46-42), minuto 23. Mumbru y la mano de Bullock permitieron a los de Plaza responder con acierto. Salió San Emeterio para secar a Bullock y tres triples de Teletovic dispararon a los de Ivanovic con su máxima renta, (64-55). El partido comenzaba a tener dueño al final del tercer cuarto.
El Real Madrid quiso, en el último cuarto, recortar con más corazón que cabeza. Sin Bullock, lesionado, y con precipitación en ataque –Felipe Reyes cometía la quinta a falta de dos minutos– el Tau administraba su ventaja con experiencia, bien guiado por Prigone, pese a algún error puntual y mirada asesina de Ivanovic, dispuesto a borrar la canasta de Herreros de su memoria. No pasó lo de hace cuatro años y el Baskonia fue el primero en meterse en la final porque ayer fue un poco más consistente que el Real Madrid.

Barça y Unicaja, último duelo
El Regal Barcelona y Unicaja Málaga disputan hoy (19:00 horas) el tercer y definitivo encuentro de semifinales en el que los azulgranas apelan a la «magia» del Palau Blaugrana para superar la eliminatoria y meterse en la final por segundo año consecutivo.
Dureza, nervios, irregularidad, defensas al límite y tensión han marcado los dos primeros encuentros de esta eliminatoria. Para el partido de hoy, en las filas azulgrana las dudas están en la presencia de Lubos Barton, que no jugó en Málaga debido a una rotura fibrilar en el gemelo de la pierna derecha, y de Víctor Sada, que se dio un fuerte golpe en la rodilla al final del partido. En el Unicaja, el técnico Aíto espera contar con Berni Rodríguez y sigue con la gran incógnita de su jugador franquicia Marcus Haislip.