El «thriller» de la muerte de Jackson agranda su leyenda

LOS ANGELES- La muerte el jueves pasadas las 12 del mediodía de Michael Jackson dejaba a Los Angeles literalmente paralizada. Incluso a la nación: hasta en la Cámara de Representantes se guardó un minuto de silencio. La metrópoli que dio la espalda al artista, acusado de presuntos abusos sexuales a un menor en 2003 (el juicio, celebrado dos años después, le dejaba libre de culpa), volvió los ojos a su mito, convertido sólo horas después ya en leyenda. Sin embargo, los detalles que comienzan a salir a la luz sobre sus últimos días conforman un «puzzle» con demasiados claroscuros. La causa de su muerte no se conocerá hasta que se confirmen los resultados de los análisis toxicológicos, que podrían tardar «de seis a ocho semanas», según la oficina del juez de instrucción. La estrella de TMZEl portal TMZ (el primero en dar la noticia del fallecimiento), publicó que la autopsia comenzó a las 8 de la mañana de ayer en Los Ángeles, la ciudad donde vivía y dónde falleció. El mismo portal difundió ayer la grabación de la llamada de emergencia que se realizó desde el domicilio del artista en Carolwood Drive al servicio de emergencias: «Necesito una ambulancia tan pronto como sea posible. No respira, intentamos reanimarlo pero no responde», alertaba una voz masculina que no se identificó.El forense encargado de la autopsia es el doctor Lakshmanan Sathyavagiswaran, conocido porque fue testigo clave en el juicio por asesinato contra O. J. Simpson. El ayudante del juez de instrucción añadió que el informe preliminar sobre el deceso se prolongará. Anoche se conoció que la autopsia no revelaba las causas de la muerte, y tan sólo descartaba la violencia física. Habrá que esperar seis u ocho semanas a los análisis toxicólogicos. La Policía busca mientras tanto al médico que atendió a Jackson y que, supuestamente, según ha manifestado su familia, le administró una sobredosis de demerol, un medicamento que Jackson recibía para calmar el dolor que sentía por la rotura de una vértebra meses atrás. Al parecer, Jackson recibió su inyección a las 11.30 y escasamente media hora después una ambulancia trataba de reanimarle de una parada cardiorrespiratoria. «¡Tienen que salvarle!», gritaban en el hospital quienes acompañaron el ya cadaver del artista. Jackson según se desprende de los rumores, era adicto al citado medicamento y su familia estaba preocupada porque el cantante atendió sólo tres de los cuarenta y cinco ensayos a los que debía haber asistido, aunque sí estuvo el miércoles, un día antes de su muerte, en el Staples Center, donde los bailarines celebraron su presencia. Lavarse las manosSu hermano Germanine fue el encargado de comparecer ante los medios y explicar, abatido, que el rey del pop había muerto. Por medio de un portavoz se supo que otra de sus hermanas, Janet, absolutamente desolada, voló a California para estar cerca de su familia nada más conocer la noticia.Brian Oxman, amigo de Michael Jackson y abogado de la familia, confesó a la cadena CNN que Jackson tomaba Demerol para tratar una vértebra y una pierna que se había roto en una caída en el escenario. Y explicaba –quitándose de encima cualquier atisbo de culpa–, que él se preocupó de advertir al entorno del cantante de las posibles consecuencias de la medicación.Oxman insinuó, además, que el rey del pop ha estado rodeado últimamente de personas que le han influido muy negativamente, al asegurar que la familia de Jackson intentó desesperadamente «cuidar» de él en los últimos meses y que el músico estaba perfectamente hasta hace relativamente poco. «Creo que (su representante) Frank DiLeo estuvo con él cuando sufrió el ataque cardíaco, según me han dicho», indicó. Incluso comparó el caso de Michael con el de Ana Nicole Smith y su hijo: ambos murieron de una sobredosis de demerol. «Eso no es nada comparado con lo que sucedió en la vida de Michael Jackson», aseguró Oxman. «Creo que podría morir»Incluso una «fan» de Jackson, que tres días antes de su muerte tuvo la suerte de pasar unas horas con él, escribió en su pagina web estas elocuentes palabras: «Me quedé horrorizada. Fui a ver a mi ídolo y me encontré con un esqueleto. Creo que podría morir». Tres días después, Jackson moría de un ataque al corazón en su casa de Holmby Hills. Una de las mejores amigas de Jackson, Liza Minelli, que también ha tenido problemas por el abuso de drogas y alcohol, manifestó desde Nueva York «los demonios quedarán sueltos cuando conozcamos el resultado de la autopsia, disfrutemos de este homenaje hasta entonces».Mientras esto sucedía, la red se convertía ayer en un megáfono capaz de amplificar cualquier noticia. En menos de diez horas se recogieron más de 30.000 mensajes de condolencias en foros, blogs y redes sociales, convertidas en el altar de despedida mundial al cantante. Youtube también homenajea a Jackson, con un canal propio de vídeos, en el que el mítico videoclip de «Thriller» lleva más de dos millones de reproducciones, al que siguen cerca de 5.000 comentarios de admiradores. No sólo en la red se ha sentido el interés mundial por la figura de Jackson. La principales ciudades del planeta acogían impresionantes «quedadas» en Nueva York, Londres, París, Pekín, Buenos Aires y Madrid, que acogía a los seguidores de Jackson a las puertas del Hard Rock Cafe, en la Plaza de Colón de Madrid, donde se exhibe el par de zapatos que calzó en el videoclip «Bad». Ayer, la noticia de su muerte convirtió a Jackson en número uno de ventas por internet. En iTunes acaparaba los primeros cinco puestos de ventas de álbumes y siete de los diez primeros. Los más vendidos: el recopilatorio «The Essential Michael Jackson», «Thriller» y «Off The Wall». La misma escalada de ventas se está registrando en Amazon y en el portal musical Last.fm.