Asia

La Haya

España cierra filas con la nueva estrategia afgana de Obama

El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ayer en Bielorrusia
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ayer en Bielorrusialarazon

LA HAYA- España se alineó ayer plenamente con la nueva estrategia diseñada por la Administración Obama para Afganistán, que pretende asegurar el control del país asiático e implicar a los afganos en el esfuerzo de reconstrucción. El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que la conferencia sobre Afganistán celebrada en La Haya ha ofrecido garantías de que la comunidad internacional cumplirá sus compromisos. En este sentido, destacó que la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, que presentó al resto de países los nuevos planes de su Gobierno para Afganistán, «ha conseguido la comprensión y el apoyo de todos los participantes».Moratinos dijo haber visto «una clara voluntad» para que en esta ocasión la actuación internacional en el país asiático «funcione mejor» que en anteriores oportunidades. «Va a haber un seguimiento y una mayor vigilancia para que haya una aplicación garantizada de los compromisos», subrayó ayer en declaraciones a los periodistas recogidas por Efe.Dentro de la postura española, el ministro llamó la atención sobre «dos propuestas novedosas», por un lado el vincular más a las poblaciones locales con la presencia internacional y por otro la puesta en marcha de un gran «plan Marshall verde» para impulsar la agricultura en Afganistán.La primera idea, que Moratinos presentó al resto de países en su intervención, tiene como objetivo demostrar a los afganos que «la comunidad internacional está ahí para ayudarles, no para ocuparles, no para obstaculizar su desarrollo». Según explicó el propio ministro, la acción –que incluiría encuentros con líderes locales y actividades como el hermanamiento de ciudades afganas con otras españolas– ha sido considerada «extremadamente interesante» por Clinton. Asimismo, añadió que España sigue estudiando la propuesta de Francia para poner en marcha una fuerza de gendarmería europea –que en el caso español estaría integrada por guardias civiles– que colabore en la formación de la policía y las fuerzas de seguridad.