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Estrategia global contra las drogas

Estrategia global contra las drogas
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VIENA- Los 130 países participantes en la Comisión de Estupefacientes de la ONU en Viena consensuó ayer, con grandes dificultades, una Declaración Política sobre drogas. El escepticismo sobre la eficacia de este tipo de compromisos, fundamentado en el fracaso de los objetivos marcados en 1998, y la sensación de que la oportunidad de una acción internacional es algo perdido eran los motivos de división entre los delegados. El texto estuvo contestado hasta el último minuto por 26 países «la mayoría europeos», según señaló Efe, que trataban de incluir el término «reducción del daño» sin éxito. La estrategia acordada ayer pretende «minimizar y eventualmente eliminar la disponibilidad y el uso de sustancias ilícitas» para 2019. Una guía repleta de buenas voluntades pero, también, vaguedades. Los expertos y ONG¿s no tardaron de tachar de «utópico» el documento, igual que ocurriera hace diez años cuando se propusieron liberar al mundo del lastre de la droga; un objetivo que, a los ojos de todos, no ha sido alcanzado. Afganistán, el mayor productor de opio del mundo, ilustra los errores de estos años. En 2001 el país estaba prácticamente libre de campos de amapola; el año pasado llegó a producir 7.700 toneladas (un 92% de la producción mundial), valoradas en 3.000 millones de dólares. Colombia, Bolivia y Perú son los mayores productores de cocaína. Distribuyen la droga por México hacia el norte y por África Occidental hacia Europa. En un informe publicado por la Comisión Europea, antes de la cumbre, se sostiene que «no existe ninguna evidencia de que el problema de la droga se haya reducido». «El control sobre la producción y el tráfico sólo logra una redistribución de las rutas. Los mecanismos en contra de los mercados locales han fallado en la mayoría de los países», subraya. Hay, sin embargo, algunas razones para la esperanza. Ayer, trascendió que Afganistán, Pakistán e Irán habían realizado su primera operación conjunta contra el tráfico de drogas. Ocurrió el pasado sábado y aún se está a la espera de que las autoridades iraníes den a conocer más datos sobre el número arrestados, según informó Ap. Antonio Maria Costa, director de la oficina de Drogas y Delitos de la ONU dijo ayer que la misión envía un claro «mensaje a las organizaciones de narcotraficantes de la región». La reunión también se encalló entre los países que defenían medidas más tradicionales (EE UU y Rusia) y los que proponían otras alternativas. Entre las propuestas más polémicas está la de James Nathan, ex funcionario norteamericano, que consiste en comprar de toda la cosecha afgana, lo que supone un desembolso de 2.500 millones de dólares. Nathan argumenta que es el modo de acabar con la financiación de los talibán y contribuir a su debilitación. Sin dinero, no hay armas. El londinense ICSD, por su parte, apuesta por legalizar la producción de opio para tratamientos contra el dolor, como se hiciera con Turquía en 1974.