Extasis para el tratamiento de la ansiedad traumática

Un tratamiento con una versión farmacéutica de la droga éxtasis, lleva a los enfermos con trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) a ser más receptivos a la psicoterapia y contribuye a una mejora duradera de la enfermedad, según un grupo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU).Las personas que han sobrevivido a algún evento traumático como la guerra, torturas o violaciones pueden desarrollar, a menudo, esta enfermedad. Los síntomas incluyen ansiedad, flashbacks, o el sentimiento de que el evento está sucediendo nuevamente, o la sensación de soledad.Para muchos, esta condición desparce gradualmente por sí misma. Pero hay un porcentaje de gente que experimenta PTSD como una condición crónica que necesta de un tratamiento con drogas que ayudan a la ansiedad y la depresión y/o psicoterapia.Teri Krebs y Pal-Orjan Johansen los autores del estudio, han explorado qué sucede cuando a los afectados con PTSD de manera crónica se les trataba con psicoterapia y versiones farmacéuticas de éxtasis, MDMA (3,4 methylenedioxy-N-methyl-amphetamine). Un estudio nortemaericano, desarrollado recientemente por el psiquiatra Michael Mithoefer apuntaba el éxito de esta combinación.En el tratamiento de Mithoefer los pacientes dejaron su dosis habitual de drogas para la reducción de la ansiedad y comenzaron un nuevo tratamiento con doce sesiones de psicoterapia. Durante dos de estas sesiones a algunos pacientes se les suministró unas dosis de MDMA, mientras que a otros se les dio placebo (una sustancia inocua).Dos meses después del tratamiento, el 92 por ciento de los pacientes de MDMA habían experimentado una mejora clínica significativa de sus condiciones al estar más dispuestos a la terapia y podían procesar el trauma. En cambio, solo el 25 por ciento de los pacientes que consumieron placebo mostraron algún tipo de mejora. Al final, a todo el mundo en este grupo se les ofreció tratamiento con MDMA y los resultados han sido buenos, sin ningún efecto secundario serio o duradero.Pruebas neuropscicológicas sugireron que los pacientes habían mejorado su habilidad mental después del tartamiento. Ninguno de los pacientes que tomaron MDMA continuaron consumiendo la dorga tras el tratamiento y consiguieron pasar un trauma a sólo un mal recuerdo. Entre las causas de semejantes efectos en los pacientes analizados, los investigadores noruegos destacaron, en primer lugar, que el MDMA contribuye en el incremento del nivel de oxitocina en el cerebro, una hormona responsable de estimular las emociones. Esto significa que el paciente tiene una mayor confianza con el terapeuta, lo que facilita el tratamiento psicológico.En segundo lugar, esta sustancia aumenta de forma significativa la actividad en la corteza prefrontal del cerebro, el área que procesa el miedo y el estrés. Es decir, la zona donde tomamos las decisiones y regulamos los sentimientos.En tercer lugar, el MDMA acciona dos hormonas, la noradrenalina y el cortisol, que son necesarias para activar el aprendizaje emocional.