Calcio
Guti y Raúl avivan la llama de la esperanza
Los dos capitanes marcaron en la segunda mitad. El Espanyol apenas se resistió; el Madrid prosigue la caza
El penúltimo resistió 66 minutos al segundo. Analizada la derrota del Espanyol, cuesta entender su triunfo en el Camp Nou, justísimo, sin duda, pero sorprendente, casi tanto como el descalabro sufrido ante el Madrid que, sin exhibirse y un pelín más rápido y suelto que contra el Liverpool, le hizo dos goles. Guti salió en la segunda parte y marcó el primero, de falta. El segundo fue de Raúl. El Madrid sigue a la caza del Barça, Juande suma su décimo triunfo consecutivo, en Liga, y los capitanes avivan la llama de la esperanza.Sin Guti, en el banquillo. Entra Sneijder en el equipo inicial, es una oportunidad; un detalle, para levantarle la moral, ahora que está más próximo a su peso ideal. Sin Guti, segundo tiempo insulso frente al Liverpool, Juande planteará un partido crispado, tipo el «fútbol-interruptus» que el Espanyol aplicó con pulso de cirujano al Barça y que no desdeña el Madrid, también partidario del «fútbol-contact» cuando el rival pretende manejar la situación y absorber la pelota.Con Robben. Juande Ramos, revelación de la Liga –diez victorias consecutivas–, tropezó con el Liverpool. Fue incapaz de contrarrestar el armamento ultradefensivo de Rafa Benítez; lo cual, dos meses después de heredar el anárquico banquillo de Schuster, es admisible. Lo que no admite dispensa es la mentira. Con Faubert, su recomendado, Juande se ha quedado con el pompis al aire y ha metido la pata al intentar explicarlo. Recomendó su fichaje por si se lesionaba Robben. Robben no se lesiona y ahora, después de convertirle en el héroe madridista de la remontada, en el héroe de la Liga, le ha puesto en el disparadero al manifestar que sin él juega mejor el Madrid. Hecho sólo constatable ante el Sporting y el Betis... Lo peor, no obstante, es que pidiera un refuerzo inútil, y no es culpa de Faubert, para relevar, según parece, a un futbolista perfectamente prescindible, Rob-ben. Pues éste, tal y como jugó el primer tiempo en Montjuïc, acusó el golpe bajo del entrenador. David García fue un muro para él, fue incapaz de pasar el balón con intención, le desbordaba la inseguridad y hubo ocasiones en que sus compañeros ignoraron que estaba solo. Juande, con tal de no asumir el gasto de millón y medio de euros por Faubert, de no parecer un imitador de esas maneras tan propias de este Madrid tiraduros, ha mentido. Ha «lesionado» a Faubert para justificar un gasto inútil. Ha dado un mordisco a su credibilidad y las trolas en el Madrid se pagan, como se apagan los faroles de Boluda.Robben fue una sombra de sí mismo y el mejor del Madrid en esta primera mitad fue Lass, a quien Juande facilitó un nuevo compañero de baile: Raúl. Ausente Gago por lesión, el capitán deambuló por la zona ancha, con Sneijder muy cerca, y el equipo adoleció de profundidad. Huntelaar, demasiado lejos del área porque no le llegaba el balón arriba, fue un espectador más.De los primeros 45 minutos lo más atractivo fue el oficio de Iván de la Peña. Cuando él toca la pelota sale el sol. Lo que para él es un balón, para bastantes compañeros suyos es una sandía. El Espanyol le necesita, no puede respirar sin él. Como el Madrid necesita a Pepe, que ayer vio la quinta amarilla y no jugará contra el Atlético. Sneijder también causará baja por idéntico motivo.Sorprendió la alineación de Sneijder, que no está fino. Juande le relevó en el minuto 59; entró por él Marcelo, ahora un interior casi imprescindible; al tiempo, Guti sutituyó a Higuaín, tan laborioso como poco efectivo. Con la comparecencia del segundo capitán, mejoró el juego ofensivo del Madrid, más vertical, y Raúl subió.Pochettino también hizo cambios, retiró a Iván Alonso, leve molestia para los centrales madridistas, y recurrió al talismán Tamudo. Ambos entrenadores perseguían el triunfo, pero mantenían las precauciones. Hasta el minuto 66 se podía haber jugado sin porteros, hasta ese momento, no fue precisa la actuación de un guardameta, y correspondió a Kameni intervenir. No estuvo afortunado. Guti lanzó la falta que le hicieron en la frontal y la alojó cerca de la escuadra, más colocada que potente; Kameni se tiró a cámara lenta, reaccionó tarde y no llegó. Juande firmaba su décimo triunfo consecutivo en la Liga.Pero faltaba la rúbrica. Con Guti, el Madrid creció en ataque y el Espanyol acusó las carencias. Buscó el empate, encontró la derrota definitiva. Marcelo centró y Raúl repitió por tercera vez el tanto que hizo al Sporting y al Betis: zurdazo ajustado al palo desde fuera del área y gol. El traspié de la «Champions» no ha causado mella en el ánimo del Madrid; el Espanyol, en cambio, no se ha recuperado de la alegría del Camp Nou.
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