Terrorismo
La Fiscalía de París confirma que el atentado fue premeditado y no fortuito
De «encuentro fortuito», nada de nada. El asesinato en la localidad francesa de Capbreton de los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno fue un atentado «premeditado». Ésa es al menos la opinión del fiscal jefe de París, Jean-Claude Marin, encargado de la investigación del atentado en el país vecino.
El representante del Ministerio Público galo no quiso ayer lanzar las campanas al vuelo tras la detención de los etarras Asier Bengoa y Saioa Sánchez. La hipótesis que manejan los investigadores es que los tres etarras (uno de los cuales ha conseguido huir) se percataron en la cafetería de Capbreton de que los dos jóvenes eran guardias civiles, por lo que registraron su coche e incluso se llevaron el carné profesional de uno de ellos para confirmar que eran agentes de la Benemérita.
Además, en el Renault Clio abandonado por los terroristas, los agentes han encontrado una diana y 142 casquillos (71 del mismo calibre y algunos disparados por el mismo arma utilizada en Capbreton), lo que indicaría que antes habían hecho prácticas de tiro.
«Hay que tener prudencia para tratar todos los elementos de esta investigación, aunque hay probabilidades de que sean responsables del asesinato», advirtió. Sin ir más lejos, los investigadores desconocen aún qué pasó desde el momento del atentado hasta que dos de los tres etarras fueron detenidos cuando intentaban robar un coche a punta de pistola en la zona de Périgueux (unas horas clave para saber el posible paradero del huido).
Y es que no son pocas las incógnitas. Para el fiscal francés la detenida es Amaya Alonso (algo que podría explicarse por la numerosa documentación falsa que se le incautó). En todo caso, los investigadores, explicó Marin, creen que fue ella quien efectuó los tres disparos que terminaron con la vida de los agentes. Sin embargo, las pistolas que les han decomisado a los terroristas no son las que se utilizaron en el doble asesinato, según han confirmado las pruebas balísticas. Sus huellas tampoco están en el primer coche que utilizaron para escapar.
Del «comando Vizcaya»
Pero el ministro del Interior no tiene dudas. Durante el transcurso de la recepción en el Congreso con motivo del aniversario de la Constitución, Alfredo Pérez Rubalcaba confirmó que los dos terroristas formaban parte «del comando que mató» a los dos guardias civiles el pasado sábado. El titular de Interior añadió además que ambos «iban a entrar en España» y «estaban preparados para matar».
El ministro estuvo parco en palabras y cauto en sus expresiones, pero sí manifestó que en estos momentos las policías francesa y española buscan al tercer etarra. La detenida Saioa Sánchez, según los datos que facilitó el ministro, estaba vinculada al «comando Vizcaya», aunque hace meses apareciera también en la información del «comando Cantabria». Se trata de una de las terroristas que figura en los carteles que el Ministerio del Interior distribuyó hace unos meses para buscar la colaboración ciudadana, y a quien el ministerio otorga «la máxima relevancia» dentro de la organización terrorista.
Rubalcaba aludió a «pruebas biológicas» (restos de ADN) que demuestran «al cien por cien» la implicación de Bengoa y Sánchez en el atentado. A partir de ahora, dijo, las Fuerzas de Seguridad, tanto francesas como españolas, se están concentrando en perseguir al etarra huido. «El tercero también caerá y lograremos saber qué pasó».
El ministro sí coincidió con el fiscal galo en que el encuentro entre los guardias civiles, que iban desarmados en el momento del ataque, y los tres miembros del «comando» se produjo en un café y «hubo algo» –dijo sin especificar qué– «que a los presuntos etarras les permitió saber» que se encontraban ante dos guardia civiles.
Similitudes físicas y ADN
Por último, también se refirió a la ilegalización de ANV. «El Estado de Derecho está sobre este asunto. Si un día aparece una evidencia de que ANV está siendo utilizada por Batasuna tardaremos un segundo en ir a la Sala del 61» del Tribunal Supremo, recalcó. Apostilló, eso sí, que no condenar un atentado no es una prueba formal para la ilegalización, sino un mero indicio.
El Ministerio de Interior francés, mientras tanto, explicó en un comunicado que existen «un conjunto de indicios concordantes (…) que permiten concluir que la pareja arrestada en Lozère participó en el doble homicidio de los guardias civiles españoles». Y entre esos indicios se hace referencia, por ejemplo, a «las similitudes físicas, elementos balísticos y restos de ADN» que coincidirían con los elementos aportados por la investigación. No obstante, confirmó que el peritaje balístico practicado a la pistola automática del calibre 9 milímetros, intervenida a Sánchez, confirma que el arma no se utilizó en el atentado.
✕
Accede a tu cuenta para comentar