Los amantes de Rodin se «besan» en el Muram

MURCIA- «El artista que se contenta con la apariencia y quien reproduce servilmente los detalles sin valor no será jamás un maestro». Ésta es una de las numerosas citas de Auguste Rodin (1840-1917) que se pueden leer en «La era de Rodin». La exposición con la que ayer abrió sus puertas el Museo Regional de Arte Moderno (Muram) de Cartagena y de la que se podrá disfrutar hasta el 20 de septiembre. Durante la presentación, el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón explicó que «esta muestra excepcional es resultado de la suma de esfuerzos entre el Museo Soumaya, la Fundación Carlos Slim de México, a quien pertenecen las obras, y la Consejería de Cultura y Turismo». De la misma manera, resaltó que «esta colección del Museo Soumaya es, después de la francesa, la más importante del mundo sobre Rodin». Además, el responsable de Bellas Artes mencionó como otro de los atractivos de la exposición que «viene acompañada de distintas actividades como talleres, cine y visitas táctiles para invidentes». Por su parte, el director del Museo Soumaya y comisario de la exposición, Alfonso Miranda, se refirió a la muestra como «una posibilidad de lectura nueva hecha desde América Latina». En cuanto a la obra, aclaró que «en la ciudad portuaria se pueden ver una selección de las 300 obras que forman la colección». En concreto 54 esculturas en bronce, mármol y yeso, de ellas cinco, de gran formato, ubicadas en la sala de exposiciones temporales del Museo Teatro Romano de Cartagena. Miranda también desveló que «es la primera vez que viaja a Europa tras su itinerancia por San Juan de Puerto Rico, Bogotá o Buenos Aires». La exhibición es una muestra representativa de la trayectoria del artista en la que se descubre el tránsito y las diferencias del arte académico del maestro francés que rompió esquemas para abrir nuevas posibilidades expresivas en el arte. Pero no sólo eso, en la exposición, la belleza de las figuras emerge con gran emotividad y se descubren formas libres y expresivas que sitúan a Rodin como el padre de la escultura moderna. El recorrido se inicia en el Salón de París del siglo XIX, escenario del modelo estético de Francia y Occidente. Después, el visitante puede tocar a «La puerta del infierno» y compartir el drama de «Los burgueses de Calais», los dos proyectos más entrañables para su creador. A estas piezas se suman dos presencias icónicas para la cultura universal; «El pensador», emblema del pensamiento libre y «El beso», aliento del amor. Del universo retratístico de Rodin se presenta la figura idealizada de «Suzon», esculpida en su juventud y el último retrato a una dama, Lady Sackville. En la exposición también se observan las manos que plasman las figuraciones y volúmenes precursores del vanguardismo en escultura como «La catedral» y «La gran mano crispada». En la colección, a su vez, es posible apreciar el legado de Rodin, las nuevas generaciones, entre las que destaca Camille Claudel o Émile-Antoine Bourdelle.