Sevilla

Ni rastro de ADN de Marta en el cuchillo y los contenedores

La novia de Samuel, a la salida de los juzgados de Sevilla
La novia de Samuel, a la salida de los juzgados de Sevillalarazon

Sevilla- El más difícil todavía. El proceso judicial que dirige el juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, se complica, al igual que la investigación policial. La navaja hallada en León XIII, la calle del domicilio del principal implicado en el crimen de Marta del Castillo, no tiene restos de ADN de la víctima. Los contenedores en los que Miguel Carcaño aseguró –en su último relato de los hechos y en la carta que dejó tras su supuesto intento de suicidio– que tiraron el cuerpo de la menor tampoco tienen sangre de la joven. Y el cadáver, tras diez días de búsqueda en el vertedero de Alcalá de Guadaíra, sigue sin aparecer.La navaja fue hallada –por indicación del principal implicado– en una alcantarilla, por lo que la Policía barajaba la posibilidad de que, tras un mes en contacto con el fango, la prueba de ADN resultara negativa. En los contenedores sí se halló sangre pero, al cotejarla con el material genético de Marta extraído de su cepillo de dientes, se comprobó que no pertenecía a la menor desaparecida el pasado 24 de enero.Miguel aseguró en su última versión de los hechos que la navaja sólo fue usada para amenazar a la joven. El hecho de que los implicados escondieran el arma y los restos de sangre de Marta hallados en el piso de León XIII hacía pensar a la Policía que la navaja fue usada en el asesinato que, según Carcaño, se produjo por asfixia con el cable de una alargadera.En cuanto al contenedor, se baraja la hipótesis de que Marta fuera arrojada a otro cubo más lejano. Los resultados de las pruebas descartan casi por completo que se lanzara a alguno de los marcados, con la mínima e improbable opción de que el cuerpo estuviera tan bien envuelto que no desprendiera nada de sangre.En los juzgados, ayer declararon otros tres testigos de Samuel, su novia y dos amigas. Todos ratificaron la coartada de que pasaron la tarde juntos. Ante la Policía, Samuel confesó su implicación en el crimen de Marta.