Obama extiende la guerra a Pakistán

NUEVA YORK- Hay que empezar a tomar nota de una nueva palabra: «Afgan-Pak». Es el vocablo que surge de la nueva estrategia para Afganistán ideada por el presidente norteamericano, Barack Obama, que requiere tener en cuenta las sinergias en la zona fronteriza entre los dos países de Asia Central para luchar contra la oleada de violencia en la zona. Flanqueado por los jefes del Pentágono y la Diplomacia, Richard S. Gates y Hillary Clinton, el presidente demócrata presentó ayer desde la sala Eisenhower su nuevo plan para la conflictiva región. La estrategia incluye el envío de otros 4.000 efectivos, más presupuesto, mayor ayuda humanitaria y una misión civil para asegurar el desarrollo de «Afgan-Pak», además del nombramiento del embajador Richard Holbrooke como representante de EE UU para los dos países. El plan de Obama no incluye un calendario de repliegue de las tropas dando a entender que la operación norteamericana va para largo. Los analistas echaron en falta unos plazos, sobre todo después de que hace días el presidente Obama asegurase en una entrevista al prestigioso programa «60 Minutes» de la cadena CBS que la única estrategia en este país es la de salida. El inquilino de la Casa Blanca indicó ayer que «tenemos un objetivo claro: desmantelar y derrotar a Al Qaida en Afganistán y Pakistán para prevenir que regresen en un futuro a cualquiera de los dos países». La estrategia del mandatario americano vuelve a convertir esta región en el frente de batalla de la guerra contra el terror iniciada por George W. Bush en 2001, lo que representa pocos cambios en la política de Estados Unidos. Esta «novedosa» operación sigue el patrón de la estrategia de contraterrorismo del general David Petraus utilizada en Irak con la Administración Bush. De esta forma, el presidente demócrata enviará 4.000 tropas adicionales para poder aumentar el tamaño del Ejército de Afganistán. «Han pasado más de seis años desde que se sacó del poder a los talibanes y todavía hay guerra. Además, la insurgencia controla parte de Afganistán», declaró en su discurso. Con este aumento, Obama enviará un total de 21.000 efectivos adicionales a esta zona. Hace semanas, anunció el despliegue de 17.000 nuevos soldados que llegarán antes de que tengan lugar las elecciones presidenciales en Afganistán en agosto. Este plan de Obama tampoco será barato, el líder político ya ha advertido a los legisladores que requerirá 50.000 millones de dólares. El anuncio de Obama coincide con su asistencia a la cumbre de la OTAN la próxima semana en Francia y Alemania. En la actualidad, en este país árabe se encuentran desplegados 38.000 soldados estadounidenses y 32.000 de las naciones de la OTAN y otros países aliados. Horas antes de la esperada intervención del presidente se conoció el ataque suicida contra una mezquita en Pakistán, en la frontera con Afganistán, que terminó con la vida de 48 personas, según los primeros datos. El presidente afgano, Hamid Karzai, saludó el plan de Obama y auguró que su país «y la comunidad internacional se acercarán al éxito». Por su parte, el ministro de Exteriores de Pakistán, Shah Mehmood Qureshi, consideró desde Moscú, donde acudió a una conferencia sobre el futuro de Afganistán, que «la iniciativa de la Administración Obama es muy positiva. Es una medida que abarca la región». La inmediata bienvenida de los políticos de ambos lados de la frontera destacó con el pesimismo generalizado entre los analistas políticos árabes que han pronosticado un aumento de los ataques talibanes en el área de «Afgan-Pak».