Oro en paño

Kun Agüero ha madurado como futbolista, y aún le falta un hervor para soportar la desorbitada fama que cayó sobre él cuando era un imberbe. Es jugador extraordinario, pero no parece que tenga cerca los mejores consejeros. Su suegro no es idóneo para serenar el alma.Desde que llegó a España causó sensación. Es habilidoso, busca el gol casi obsesivamente, aunque alguna vez se olvida de que en el equipo hay otros que también pueden marcar. Las defensas lo tienen siempre muy difícil para sujetarle.Agüero es jugador al que pueden tomar ojeriza los árbitros. Por sus reacciones en momentos críticos no es de fiar. Una vez mete el gol con la mano, ejemplo maradoniano, que no debe ser motivo de admiración porque aunque el fútbol se diga que es para listos no debe ser para tramposos, otra sigue la jugada hasta el gol cuando la defensa está parada porque hay un colega lesionado en el suelo y si se presenta la ocasión simula un penalti. Y encima, se ríe.Agüero debe modificar alguna de sus actitudes porque el Atlético nunca ha sido equipo al que se le tenga gran consideración. Le conviene moderar sus afanes porque acabarán lesionándole y el árbitro quizá no se dará por aludido. Se amonesta por una protesta antes que por una lesión.Agüero es futbolista que tendrá ofertas constantes y el Atlético lo debe guardar como oro en paño. Sobre todo, si se va Forlán.