Catástrofes y Accidentes
Pirados pirómanos
El incendio declarado en la provincia de Ávila que se ha cobrado su segunda víctima mortal ha sido intencionado. En España abundan cada verano los incendios provocados: aproximadamente un 90% del total son causados a propósito. Pero… ¿qué propósito hay detrás de la mano que pega fuego al monte? ¿Especulativos? Hay una ley forestal que prohíbe, creo, edificar en territorios devastados por el fuego, aunque muchas veces se incumple y se construye sobre la tierra calcinada por manos que empuñan la cerilla del interés inmobiliario. Ahora, en plena crisis de la construcción, ése sería un «porqué» bastante desesperado, aunque no descartable. También existen pirómanos que están totalmente chalados y acaban en la consulta del psiquiatra después de ser detenidos, lo que quizás significa que, la próxima vez que abrasen unos cientos de hectáreas, no sólo podrán contar con la protección de su abogado sino con un comprensivo loquero que defenderá con ardor de monte carbonizado las «razones» de su cliente. De los pirómanos no sabemos nada. Los detienen (a veces) y desaparecen en el olvido. Con los pederastas, armamos mucho ruido en los medios. Por los pirómanos, no nos interesamos jamás. No sabemos quiénes son, dónde viven, cómo se llaman esos engendros que están saqueando el futuro de nuestros hijos y convirtiendo la Península Ibérica en una extensión natural del Sahara. No tenemos ni idea de qué pena cumplen, si los multan o si los castigan mirando a la pared un ratito para que escarmienten. También hay incendios que se producen de manera accidental, pero porque se dedica más dinero a la extinción que a la prevención: porque no se limpia el monte de cristales rotos, botellas y porquerías varias ni se hacen cortafuegos ni se vigila con personal «fiable» y bien pagado ni se siembra y repuebla sin cesar. Porque no se prohíben radicalmente los condenados merenderos donde la gente prepara barbacoas con las que termina asando a toda la fauna de doscientas hectáreas a la redonda. Y un deprimente etcétera…
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