Castilla-La Mancha

Rajoy no se plantea la moción de censura pero mimará a CiU y PNV

El PP urge a Zapatero a someterse a una cuestión de confianza para probar sus apoyos

Rajoy no se plantea la moción de censura pero mimará a CiU y PNV
Rajoy no se plantea la moción de censura pero mimará a CiU y PNVlarazon

En Génova primaba ayer la tentación de dejarse llevar por cierta euforia tras los resultados del domingo. El día grande será hoy, cuando Mariano Rajoy haga el paseíllo en el Comité Ejecutivo y la dirección agasaje a otros triunfadores de la jornada electoral. Como al valenciano Francisco Camps, con la intención de incidir en su estrategia de ligar la investigación del «caso Gürtel» con una operación de acoso y derribo al PP y con intentos –según la secretaria general, María Dolores de Cospedal– de ganar no en las urnas, sino mediáticamente o en los tribunales. De Cospedal subrayó el ascenso generalizado de votos de su partido, tanto en las comunidades en las que ya era primera fuerza como en aquellas en las que ocupaba el segundo lugar. También resaltó el «vuelco» en Castilla-La Mancha y ensalzó la victoria en las autonomías donde el PP sufría «ataques» del PSOE bajo acusaciones de corrupción. Por contra, Cataluña es el gran punto negro.
El líder, por su parte, hizo balance del resultado de las europeas con su comité de dirección. La tesis es que las urnas abren una nueva etapa en la que deben incidir en dos estrategias paralelas: por un lado, hacer calar el mensaje de que se ha iniciado el cambio; por otro, conseguir que Rajoy sea por fin visto como una alternativa de gobierno. Para ello, necesitan fortalecer la tesis del Ejecutivo en la sombra, multiplicar sus contactos sociales, asesores externos...
Pero la gran prioridad política de Rajoy es intentar sacar el mayor rédito posible de la debilidad parlamentaria de Rodríguez Zapatero durante el próximo periodo de sesiones, y para ello mimará a CiU y a PNV. El jefe de la oposición tiene los pies en el suelo y sabe que las posibilidades de que prospere una moción de censura son hoy nulas. Además, antes de plantearse esa opción sería condición imprescindible que el PSOE no pudiese aprobar los próximos Presupuestos. De momento, juega la baza de urgir al Gobierno a someterse a una moción de confianza, una teoría de la que es pionera la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. Ayer insistió en ella, como también lo hizo De Cospedal.

Codazos en la foto y el papel del PP de Aznar
El PP recibió el primer aviso serio de su triunfo cuando aún no era las nueve de la noche y a través de un estudio de mesas electorales realizado por José Antonio Bermúdez de Castro, uno de los miembros del comité de campaña. El despacho de Rajoy fue el centro neurálgico del seguimiento del escrutinio. Allí estaba la plana mayor, es decir, los vicesecretarios y los portavoces. Familiares del «número uno» como su esposa y sus hermanos. Consejeros áulicos con poder cada vez más ascendente, como Jorge Moragas... También se hicieron su sitio Alfredo Prada o Federico Trillo. Y hasta se acercó Esperanza Aguirre. Cuando tocó el momento de la salida al balcón llegaron los codazos para la foto. Con Aznar, eso no se improvisaba; con Rajoy, posa para la eternidad quien antes llega. La noche del domingo también hubo codazos para sacar pecho delante de Rajoy por los resultados en algunos feudos. Y el único debate es si ha sido una victoria del Congreso de Valencia –como mantiene el «marianismo»– o también del PP de Aznar.