Rebelión en Ciutadans

Barcelona- Fueron muchos los que hace dos años vislumbraron la defunción de Ciutadans antes de que el propio partido naciera. Lo que pocos se podían esperar es que a mitad de la Legislatura las aguas andarían tan revueltas dentro de la formación. Las diferentes sensibilidades que integraron un proyecto cuyo único estandarte era el antinacionalismo han acabado condenando su futuro. El pacto de una formación que se autodefine de centro-izquierda con la candidatura ultraconservadora Libertas para las elecciones europeas ha terminado por abrir la caja de los truenos.El pasado miércoles el presidente de la formación, Albert Rivera, solicitó al presidente del Parlament, Ernest Benach, que expulsara al diputado José Domingo y le diera la condición de «diputado no adscrito», ya que rompió su carné de militante de Ciutadans (C's) pero no piensa renunciar a su acta de diputado. Domingo contrarrestó ayer a Rivera compareciendo junto a Antonio Robles, el otro diputado del grupo que también ha dejado de militar en C's. Ambos, esgrimiendo la mayoría que representan en el grupo, decidieron plantear a la Mesa del Parlament la necesidad de despojar a Rivera de la presidencia del Grupo Mixto, un cargo que recaería en Domingo. Por su parte, Robles pasaría a ser el portavoz.No será hasta el martes cuando la Mesa del Parlament se reúna y dirima sobre el futuro del Grupo Mixto. Mientras los diputados disidentes están convencidos de la legalidad de su propuesta, desde C's insisten en tachar de «tránsfugas» a Robles y Domingo y piden que se les aisle. La propuesta de Domingo de unirse a UPyD, la formación de Rosa Díez, se ha convertido en la base jurídica sobre la que se sustenta la acusación de transfuguismo de C's. La dirección del partido teme que Robles acabe dando marcha atrás y no renuncie su acta de diputado después del verano, tal y como prometió. Desde C's están convencidos de que Robles y Domingo «han decidido utilizar la titularidad del acta de diputado en beneficio propio y en contra de los intereses del partido y de los ciudadanos a los que representan». Sin sueldo ni coche«Defenderemos los ideales de C's pero no bajo la disciplina de un partido que ha invertido su tendencia», afirmó Domingo. Si la Mesa del Parlament acepta la propuesta de Robles y Domingo, ambos se comprometieron a aplicar «medidas de transparencia y austeridad». Entre ellas, dejar de utilizar el coche oficial que les facilita la cámara catalana. Si consiguen despojar a Rivera del cargo de presidente del grupo, éste dejará de embolsarse 51.000 euros anuales. Robles y Domingo están decididos a renunciar a esta cantidad y donarla al «movimiento cívico no nacionalista».