Sao Paulo

Nueve muertos y 120 heridos al derrumbarse una iglesia en Sao Paulo

El derrumbe del techo de la iglesia de Renacer en Cristo en Sao Paulo al final de un culto religioso dominical causó al menos nueve muertos y 120 heridos, informaron hoy los cuerpos de seguridad.
Dos mujeres fallecieron hoy en el hospital a causa de sus heridas y se sumaron a las siete personas que fallecieron en el acto y cuyos cuerpos fueron recuperados el mismo domingo por los bomberos. Todos los muertos eran mujeres, con edades comprendidas entre quince y 80 años.
Cerca de 40 bomberos, con la ayuda de perros adiestrados, continuaban hoy los trabajos de búsqueda de al menos un hombre que está desaparecido entre los escombros.
Otros 95 feligreses continúan internados en quince hospitales locales con heridas de diversa gravedad, varios de ellos en estado grave o crítico.
La cobertura del templo, en el que se casó el futbolista brasileño Kaká en 2005, se desplomó poco antes de las 19.00 hora local (21.00 GMT) del domingo, justo al final de un oficio religioso al que acudieron entre 400 y 500 personas, según cálculos de la Policía.
En el momento del siniestro, los fieles estaban abandonando la iglesia, que ya se había vaciado en parte a la conclusión del culto de las 18.00 horas, según explicó la asesoría de prensa de la agrupación religiosa.
Los responsables de Renacer aseguraron que toda la documentación del inmueble está en orden y rechazaron las versiones de algunos medios locales de que la cobertura haya sido sometida a obras recientemente.
Todavía no ha comenzado la investigación para investigar las causas del siniestro, aunque podría haber contribuido las intensas precipitaciones que cayeron en Sao Paulo en el fin de semana.
El edificio, con capacidad para cerca de 2.000 personas, era la sede mundial de esta congregación evangélica, fundada en 1986 y que ya posee cerca de 1.200 templos en Brasil, en varios países de América Latina y Estados Unidos.
Kaká es el feligrés más conocido de la congregación, con la que colabora aportando un diezmo y a la que cedió el año pasado el trofeo de la FIFA que le reconoce como mejor futbolista del mundo de 2007, que fue expuesto durante varios meses junto al púlpito en el templo en el que ocurrió la tragedia.