San Sebastián

Tai Chi en la tercera edad para fortalecer la musculatura

Mejora los ligamentos que rodean las articulaciones del cuerpo. Los geriatras lo recomiendan por su buena tolerabilidad, así como por su bajo consumo energético.

Tai Chi en la tercera edad para fortalecer la musculatura
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Las evidencias sobre las ventajas que una vida activa tiene sobre la salud son abrumadoras. El entrenamiento físico no sólo previene, también puede actuar como elemento beneficioso una vez que la enfermedad ya ha aparecido. Uno de los ejercicios más accesibles para las personas mayores por su bajo consumo energético, similar al que generan las actividades cotidianas, es el Tai Chi.
Los geriatras recomiendan esta antigua forma de arte marcial chino debido a su buena tolerabilidad. «Son varios los estudios que demuestran que esta disciplina mejora la calidad de vida del anciano. Si se realiza más de tres horas semanales se asocia a un aumento del tono muscular y densidad mineral ósea. También reduce la ansiedad y el estrés y mejora el rendimiento cardiovascular», señala Carmen Navarro Ceballos, adjunta del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y coordinadora del Grupo de Trabajo de Caídas y Osteoporosis de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Distintas publicaciones clínicas han demostrado que disminuye el peligro de caídas, un problema de importante por su elevada prevalencia en la población anciana y sus consecuencias –fracturas, hospitalizaciones, pérdida de independencia, miedo a nuevas caídas, etc.–. «El Tai Chi supone un enfoque integrador de cuerpo y mente. El control mental del movimiento favorece el control postural, la coordinación y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas y de fracturas. Esto es importante en personas con osteoporosis», aclara Navarro. «Es recomendable sobre todo en los pacientes ancianos con artrosis –una de las principales causas de caída–, salvo casos muy evolucionados, donde se ha demostrado disminuir el dolor a largo plazo y una mejoría de su calidad de vida», añade la geriatra. La actividad física de la articulación es un aspecto importante en la artrosis de rodilla.
Para mantenerse en buen estado precisa movimiento, pero en su justa medida, porque los extremos, tanto el sedentarismo como una actividad de gran impacto físico, pueden resultar perjudiciales, según explica Francisco Blanco, reumatólogo y coordinador de Investigación del Complejo Hospitalario Universitario Juan Canalejo, de La Coruña.
Los movimientos lentos y suaves del Tai Chi responden a esta necesidad. «Reducir el dolor con tratamientos no farmacológicos es muy beneficioso porque recortamos el número de medicamentos que debe tomarse una persona y, por tanto, los importantes efectos secundarios que éstos tienen sobre el estómago, el hígado, la tensión arterial e incluso cardíacos. Si, además, tenemos en cuenta que las personas de edad avanzada siguen tratamientos para otras patologías, resulta evidente que cualquier reducción del dolor ya sea con Tai Chi, con bicicleta estática, nadando o paseando es positiva», insiste Blanco. El Tai Chi también ha resultado útil para la artritis reumatoide, donde «mejora la calidad articular y favorece la actividad de las articulaciones de forma coordinada, mantenida y no traumática. Es decir, mejora la musculatura y los ligamentos, que aguantan y resisten mejor. Pero es fundamental que se realice de forma supervisada, de tal modo que no se llegue al estrés físico, porque eso es perjudicial», apostilla el reumatólogo.
Para Juan Gorostidi, director de la escuela de Tai Chi Chuan de San Sebastián, el terreno de esta disciplina con respecto a la salud, salvo casos concretos, está en el ámbito de lo preventivo. «No se trata de una terapia, sino de una manera de cuidarse, con una sensibilidad en el diseño, que permite cosas que otros ejercicios no logran, o al menos no tan fácilmente», afirma. «El Tai Chi supera, si se practica con éxito, la aceleración contenida de la vida ordinaria. Nos saca de esta contradicción aparente donde, por un lado estamos muy acelerados, pero por otro estamos contenidos en el movimiento físico, y eso no hace más que generar tensiones de todo tipo», asegura Gorostidi, autor del libro «Levantar la mirada», donde trata el tema de la salud desde una perspectiva innovadora.

Al aire libre las propiedades del Tai-Chi aumentan
Dicen que los beneficios aumentan si se realiza al aire libre. En China, miles de personas llenan los parques para practicar esta disciplina. Forma parte de su rutina diaria, donde el cuidado del cuerpo y la mente a través del ejercicio físico encaja de un modo natural. Eso les permite mantenerse ágiles y ligeros hasta la vejez.
Pero este fenómeno no responde sólo a la búsqueda de un entorno armónico. Existen también razones de tipo logístico, la popularidad que tiene el Tai Chi dentro del gigante asiático es tal que desborda la capacidad de los espacios privados.