Sevilla

Toneladas de basura sobre Marta

Toneladas de basura sobre Marta
Toneladas de basura sobre Martalarazon

Vuelta a empezar. El testimonio voluntario de quien hasta el lunes se había declarado asesino de Marta del Castillo Casanueva, la menor desaparecida en Sevilla el pasado 24 de enero, da un nuevo vuelco a la investigación. Miguel Carcaño aseguró que el cuerpo de la joven no fue tirado al río y volvió a implicar a dos de los otros tres detenidos en el «caso Marta», a Samuel y a «El Cuco», otorgando la autoría del asesinato al último, menor de 15 años. Carcaño manifestó que «El Cuco» mató a Marta y, posteriormente, su amigo Samuel y él mismo tiraron el cuerpo a un contenedor cercano al escenario del crimen, el número 78 del calle León XIII, según fuentes del caso. Precisamente ayer estaba previsto tomar una decisión sobre la continuidad de las labores de búsqueda del cuerpo de Marta en el Guadalquivir. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, convocó una reunión con todos los efectivos implicados en la búsqueda para planificar el rastreo en el vertedero de la planta de tratamiento de Montemarta-Cónica, situada en término municipal de Alcalá de Guadaíra, donde van a parar los desechos de la capital. La Delegación del Gobierno en Andalucía confirmó que la convocatoria es la respuesta a la decisión judicial de ordenar el inicio de la búsqueda en la planta de residuos. Se calcula que el vertedero en el que se deposita la basura de Sevilla recibe al día unas 1.300 toneladas, por lo que en los 52 días que han transcurrido habría recibido 67.600 toneladas de basura. El director general de la Mancomunidad de Los Alcores para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos, Juan Ramón García, consideró «prácticamente imposible» que un cadáver llegue hasta el vertedero después de pasar por todo el proceso de tratamiento sin ser detectado, informa Ep. Según explicó, la basura pasa, incluso, por una cinta en la que se revisa de forma manual. Ante el giro del crimen, el juez de Instrucción número 4 de Sevilla llamó de nuevo a declarar a Miguel, Samuel y «El Cuco», realizando un careo entre el primero y los otros dos implicados. Los amigos de Miguel se ratificaron en su última declaración, en la que el menor aseguró que estuvo de botellón con sus amigos del instituto y Samuel que es inocente y no participó en los hechos que se investigan. La Constitución recoge que los implicados tienen derecho a cambiar de versión cuantas veces quieran, ya que permite no declarar o no hacerlo contra uno mismo. Es decir, mentir no está, en cierto modo, penado. Posteriormente, Carcaño y, al parecer, su hermano Francisco Javier fueron trasladados al domicilio común de León XIII para llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, que se prolongó por espacio de más de tres horas y media. Los agentes se ayudaron de un maniquí y una silla de ruedas para la reproducción de lo ocurrido la noche del pasado 24 de enero. La familia no se lo cree El padre de Marta llevaba días solicitando que se obligara de algún modo a los implicados a confesar la verdadera ubicación del cuerpo de la joven, ya que, tras tantos días de búsqueda infructuosa, desconfiaban de la primera versión de los hechos. El nuevo relato de los hechos, no obstante, tampoco convence a Antonio del Castillo, quien cree que los imputados «mienten en todo» y cambian sus versiones «cuando quieren». La abuela paterna de Marta, por su parte, hasta se desplazó a los juzgados para verle la cara a los asesinos, según dijo. María Jesús Redondo manifestó su deseo de que «se pudran en la cárcel» y de que «aparezca (el cuerpo) para poder enterrarla». «Si se mueren en la cárcel (los presuntos asesinos de Marta), yo ya puedo morirme tranquila», aseguró. primera versión de los hechos. El nuevo relato de los hechos, no obstante, tampoco convence a Antonio del Castillo, quien cree que los imputados «mienten en todo» y cambian sus versiones «cuando quieren». La abuela paterna de Marta, por su parte, hasta se desplazó a los juzgados para verle la cara a los asesinos, según dijo. María Jesús Redondo manifestó su deseo de que «se pudran en la cárcel» y de que «aparezca (el cuerpo) para poder enterrarla». «Si se mueren en la cárcel (los presuntos asesinos de Marta), yo ya puedo morirme tranquila», aseguró.