Nueva York
Wall Street no se dejó impresionar
Barack Obama juró ayer su cargo de presidente del país, pero las cosas en Wall Street estaban como cada mañana: agentes de Bolsa apurando los últimos cigarros en la calle, turistas haciendo fotos y policías vigilando. Había una cosa diferente: una pantalla al lado del edificio de la Bolsa que retransmitía en directo la ceremonia de Washington. Lionel Layne, de 52 años, no pudo evitar pararse por la mañana para ver el acto de toma de posesión justo cuando iba de camino a casa. Hacía frío, unos siete grados bajo cero, aunque merecía la pena. «Me iba ya a dormir. Empiezo a las 3:00 de la mañana y termino a las 11:00. Me encargo de los mercados europeos», explicó a LA RAZÓN este hombre, que trabaja en la división de inversiones de Citigroup. Se le veía cansado. Lionel, nacido en Barbados, reconoció que «las cosas en Wall Street no van a cambiar de repente. Se necesita paciencia. Lo que sí hay es esperanza. Hoy todo el mundo en mi trabajo estaba muy contento», admitió mientras los índices bajaban el 1,5 por ciento. Layne explicó que «necesitamos un poco de regulación (como quiere Obama). Yo trabajo en inversiones y puedo decir que lo que he visto en los últimos años ha sido demasiado. Por eso, aquí gusta tanto George W. Bush. Les ha dejado hacer lo que han querido», reconoció. Al lado de las vallas que protegen el edificio de la Bolsa, estaba Scott Campbell, de 34 años, mirando la pantalla. «Trabajo en una compañía que se encarga de colocar las banderas (estadounidenses) y el equipo necesario cada vez que hay algún tipo de acto en Wall Street», aseguró el joven, que no veía ninguna expectación diferente a la de cualquier día en la zona financiera. El economista David Wyss, de la consultoría financiera Standard & Poor's, adelantó a este periódico antes de que se abriese la Bolsa que «las operaciones serán flojas. No hay ninguna noticia que deba afectar al mercado», matizó.
¿Qué pasaba? ¿Es que en Nueva York no les importó que fuese el día de la toma de posesión de Obama? Christine Matinelier, de 38 años, que trabaja para el banco Goldman Sachs, lo explicó: «Bueno, hoy es día laborable». Esta experta en inversiones sí fue un poco más optimista. «No creo que la Bolsa vaya a subir de golpe, pero sí va a cerrar con un mínimo alto. La gente tiene esperanza no debido a que sea Obama, pero sí a que llega algo diferente», explicó la afroamericana.
Culpas a Washington
Nueva York siempre le ha echado la culpa del colapso financiero a la inoperancia de Washington para aprobar planes de rescate. Y los legisladores han dejado claro que no van a soltar más miles de millones para que los jefes de Wall Street se los queden en indemnizaciones. Y entre tanto, Obama recordó ayer la necesidad de volver a unir a la nación. Igual lo tiene que volver a contar.
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