Historia

Artistas

«Yentl» de I B Singer

La Razón
La RazónLa Razón

Era yo todavía muy joven y descubrí que en un estanco del barrio habían organizado una especie de economato de libros que, supuestamente, los abarataba. Me apunté porque nunca tenía bastante dinero para mis lecturas, y además pillaba cerca de casa. No tardé mucho tiempo en descubrir que en el establecimiento se las veían y se las deseaban para conseguir los libros y que, puesto a perder tiempo, me podía permitir subir al centro y comprarlos. Cansado de la situación, decidí liquidar mi cuenta, pero entonces me informaron de que no podía retirar dinero alguno, aunque sí cambiar el depósito por libros. Una imposición arbitrariaMe sonó declaradamente a timo, pero no era cuestión de discutir con el estanquero y su hermana, y me sometí a la arbitraria imposición. Me llevé así a casa un par de volúmenes de un autor que desconocía y que se llamaba Isaac Bashevis Singer. Todavía no le habían otorgado el Premio Nobel de Literatura, de manera que caminaba yo, como diría Pablo de Tarso, por fe, que no por vista, y la verdad es que mi fe obtuvo recompensa. Entre todas aquellas páginas, descubrí la historia de Yentl, la muchacha del shtetl. Yentl era una joven a la que su padre había decidido enseñar la Torah y el Talmud, todavía en contra de las costumbres de su tiempo. Cuando sus alumnos abandonaban la casa, el buen padre le proporcionaba a su hija a escondidas una sabiduría ansiada y divina. Pero un día, el padre murió y Yentl se encontró en un mundo que le reservaba papeles no deseados. La salida que encontró entonces fue la de disfrazarse de hombre y entrar en una yeshivah para continuar estudiando y, a partir de ahí, su existencia cambió radicalmente. Muchos años después, la actriz Barbra Streissand realizó una notable versión musical de la novela de Isaac Bashevis Singer. Con todo, no lograba reproducir –a fin de cuentas era una emancipada judía americana– el mundo asfixiante y a la vez conmovedor que Singer describía en su obra. He vuelto a Singer y a Yentl en multitud de ocasiones y creo que la razón es que me sigue emocionado encontrarme con alguien que para aprender cambia de aspecto, de vida, e incluso de sexo.