Argentina estalla contra la violación de una mujer y el asesinato de su hijo de cuatro años

El país permanece conmocionado con continuas marchas en Buenos Aires para pedir justicia. La brutalidad del asesinato estremece a una sociedad que se encuentra en pleno proceso de “empoderamiento”. Mientras Argentina sigue siendo una de las naciones con mayores índices de feminicidio. El año pasado murieron 270 mujeres murieron a manos de sus maltratadores.

“No se puede contener. Solo podía decir mi bebé, mi bebé”, relató Celso, el marido de la mujer que fue violada en la localidad santacruceña de Puerto Deseado y padre del niño asesinado. El hombre vive en Salta (noroeste de Argentina) y reclamó ayuda económica para poder viajar a Santa Cruz para acompañar a su pareja.

Celso contó que a María Mercedes, su esposa, “le gustaba ir a la costa a caminar con el chico”. Precisó también que así fue como ayer su hijo mayor “se fue a trabajar, y ella se quedó a pasear. Pasó en ese momento. No lo puedo creer”.

La mujer de 45 años fue violada el pasado jueves mientras paseaba junto a su hijo de cuatro años en la zona de playa de Punta Cavendish. En ese momento fueron abordados por la espalda por dos hombres.

Los agresores amenazaron a María Mercedes y su hijo con un arma blanca y los llevaron hasta una zona rocosa de la Cueva de los Leones. El niño fue empujado hacia el acantilado y murió al caer. “Está muy lastimada”, precisó Celso y agregó: "No sé qué hacer. Estoy muy dolido.” El hombre de origen humilde, pidió ayuda para viajar a Santa Cruz.

María Mercedes, la mujer salteña de 44 años violada en la playa de Punta Cavendich en Puerto Deseado, amplió el relato: Aseguró que dos hombres la amedrentaron con un cuchillo mientras paseaba con su hijo de cuatro años, aseguró que le lanzó una piedra a uno de ellos, pero que finalmente la redujeron. Así, la llevaron a una cueva. Uno la violó, mientras otro sostenía el cuchillo en la garganta del menor. Dijo que la maniataron con los cordones de las zapatillas del chico, que le metieron sus medias en la boca. Según su relato, uno de ellos dijo: “No quiero volver en cana. Hay que matarla”. Así, la golpearon con una piedra en la cabeza, varias veces. Luego, perdió el conocimiento.

Al poco tiempo despertó y comenzó a caminar para buscar a su hijo, que no estaba junto a ella. El cuerpo del niño descansaba sobre las rocas. Tras su testimonio las autoridades comenzaron la búsqueda de los asesinos. Dos sospechosos fueron detenidos a comienzos del mediodía: uno en Puerto Deseado, el otro en Caleta Olivia, según fuentes cercanas a las fuerzas de seguridad de la provincia.