Coronavirus

Italia prolonga la cuarentena diez días más, hasta al 13 de abril

El Gobierno insta a no bajar la guardia a pesar de que la curva de contagios por coronavirus empieza a aplanarse. El país transalpino suma 110.574 casos y 13.155 muertos

Tras muchos días manteniendo la cautela, los expertos sanitarios que asesoran al Gobierno reconocen ya que se ha llegado al “periodo de estabilización”. Pese a que el número de contagiados oscile a diario -ayer se registraron 2.937 nuevos casos, casi el doble que en la jornada anterior-, se prevé que próximamente la curva empiece ya a bajar. Aunque eso no significa que haya que bajar la guardia, más bien todo lo contrario. Ayer el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, anticipó en el Parlamento que las medidas de aislamiento se ampliarán hasta el próximo 13 de abril y sugirió que no sería la última de las prórrogas. Italia toma esta decisión después de registrar otros 717 muertos en 24 horas, lo que eleva la cifra total a 13.155.

“Atención al fácil optimismo que puede convertir en vanos los esfuerzos hechos hasta ahora. No debemos confundir las primeras señales positivas con una advertencia para cesar las alarmas. La batalla todavía será muy larga y equivocarse en los tiempos o anticipar medidas serviría para echarlo todo a perder”, dijo el ministro en una excepcional sesión de control al Gobierno. La fecha inicialmente prevista para el final del aislamiento era el 3 de abril, pero de momento estará en vigor hasta el día 13, justo después de Semana Santa. Italia mantiene cerrada toda actividad no esencial y así seguirá durante los próximos 10 días. Después habrá que volver a valorar la situación, en función de cómo varíen las cifras sanitarias, pero el plan previsto es que toda apertura será gradual. Al menos hasta mayo no se prevé una mínima vuelta a la normalidad.

Lo que sí ha hecho ya el Gobierno italiano es permitir alguna pequeña excepción, como que los niños pequeños puedan salir a la calle acompañados por uno de sus padres. Siempre cerca de casa y por breves periodos de tiempo. La disposición la adoptó el Ministerio del Interior y creó tanta confusión que tuvo que rectificarla varias veces en las últimas 24 horas. Se pasó de poder salir a correr a permitir sólo paseos; y después a volver a incluir ambas cosas. Distintas asociaciones de psicólogos y educadores habían pedido en los últimos días que los menores pudieran pisar la calle al menos por un pequeño lapso de tiempo. Las carreras y las caminatas cortas cerca de casa seguían consentidas en ciudades como Roma. Desde el Instituto Superior de Sanidad defendieron las excepciones adoptadas por el Ejecutivo y precisaron que no se trata de “ninguna relajación de las medidas”.

No lo entendieron igual en otras regiones como Lombardía, que concentra la mayoría delos casos de coronavirus en Italia, con más de 7.500 fallecidos y 25.700 contagiados. Allí está terminante prohibido toda salida que no sea para ir a trabajar o a cumplir alguna actividad esencial. “La circular de Interior constituye un acto gravísimo, amenaza con crear un efecto psicológico devastador, acabando con los esfuerzos y sacrificios hechos hasta ahora. Podría ser entendida como una señal de relajación de las medidas de confinamiento”, dijo el asesor de Sanidad de Lombardía, Giulio Gallera. En Véneto precisaron que esa distancia cercana a casa se reduce a 200 metros, algo que el Gobierno no ha expresado de forma explícita. Mientras que en otras regiones como Sicilia, Campania y Friuli Venezia Giulia se espera que el veto para salir de casa sea más severo.

Los expertos sanitarios advierten que incluso cuando termine el confinamiento habrá que preservar durante un tiempo medidas de precaución, como la distancia de seguridad entre la gente o el uso de mascarillas por la calle. De hecho, restaurantes, cines, discotecas u otro tipo de lugares en los que se concentre un alto número de personas serán los últimos en abrir.

Mientras tanto, el Gobierno italiano sigue pensando en cómo sanar las heridas económicas que dejará esta crisis. A los 25.000 millones aprobados en ayudas directas para familias, autónomos y empresas se sumará este mes un nuevo paquete económico por un valor similar. Ayer fue el primer día para que los autónomos pudieran reclamar una compensación de 600 euros por el trabajo perdido. Un trámite que se hubiera podido realizar por Internet, de no ser porque el sistema colapsó. La Seguridad Social informó de que estaban llegando 100 peticiones por segundo y en las solicitudes de algunas personas comenzaron a verse los datos de otros trabajadores. Podría haber unos 5 millones de interesados y ya quedó ayer demostrado que las urgencias son máximas.