Comisión Europea
El plan de Von der Leyen del (no) verano calienta a las capitales europeas
La Comisión retrasa su estrategia de salida con el fin de alcanzar una coordinación entre los Estados miembros
El ejecutivo comunitario intenta tomar las riendas de la estrategia de salida sobre el confinamiento. Tras una primera etapa protagonizada por las medidas unilaterales y la fragmentación en la puesta en marcha de las medidas preventivas según los criterios de las autoridades nacionales, Bruselas intenta no repetir los mismos errores en la vuelta paulatina e incierta a la normalidad. A pesar de esto, una vez más durante esta crisis, estos esfuerzos parecen infructuosos. El ejecutivo comunitario no tiene competencias para dictar medidas a las capitales, pero sí puede intentar coordinar la respuesta para que no se produzcan efectos indeseados y evitar la disparidad de las normas.
Bruselas tenía previsto presentar esta propuesta de coordinación con una rueda de prensa de la presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, este pasado miércoles. Pero las protestas de algunas capitales ante supuestamente la falta de consultas de la Comisión Europea para elaborar estas recomendaciones, obligó a desconvocar este acto un día antes. Un movimiento que puede no resultar tan sorprendente si se tiene en cuenta de que, antes de que el ejecutivo comunitario moviera ficha y explicara su estrategia en la rueda de prensa prevista, Austria, Dinamarca y República Checa habían anunciado la relajación de los estándares del confinamiento y ya habían puesto en la picota el frágil liderazgo de Von der Leyen.
Muchas de estas medidas entrarán en vigor durante el día de hoy, antes de conocerse los criterios del ejecutivo comunitario. El Gobierno de Pedro Sánchez también ha decidido la vuelta al trabajo de ciertas actividades de las consideradas “no esenciales” y ayer muchos trabajadores del sector de la construcción y la industria volvieron a sus puestos en aquellas comunidades en las que no era día festivo. Italia también permitirá esta semana la apertura de ciertos negocios que habían permanecido cerrados.
Por el momento, von der Leyen ha dado algunas pinceladas sobre sus planes, sin dar detalles concretos y sin conocer si los Estados respaldarán sus tesis. En una entrevista con el periódico alemán “Bild”, la presidenta del ejecutivo comunitario desaconseja realizar reservas de vacaciones durante el verano ante la incertidumbre sobre la evaluación de la pandemia. Además, la presidenta del ejecutivo comunitario considera que el aislamiento de personas mayores y colectivos vulnerables podría prologarse hasta finales de año si así lo determinan las autoridades sanitarias. A pesar de esto, Von der Leyen es relativamente optimista ya que confía en que a partir de otoño y ante un posible nuevo brote de la pandemia, se haya conseguido encontrar una vacuna.
“Para garantizar que las personas puedan vacunarse lo antes posible mantenemos conversaciones con los grandes laboratorios para determinar las capacidades de producción”, asegura en esta entrevista la política alemana. El ejecutivo comunitario confía en comenzar los ensayos clínicos de dos de los proyectos de vacunas en breve, aunque existen discrepancias en la comunidad científica sobre estos plazos.
Según la presidenta de la Comisión Europea, la relajación en las normas será paulatina según la edad y el mayor o menor riesgo. “Los niños y adolescentes tendrá más libertad de movimiento antes que los mayores y la gente con patologías previas”, explica en la entrevista. Un pronóstico difícil de calibrar debido a que los planes de contención de la epidemia han seguido pautas diferentes entre los Estados y las autoridades públicas han cambiado de criterio según las circunstancias. Por ejemplo, España es el país con una legislación más severa en cuanto la salida de menores, ya que en otros países los niños pueden ir a calle acompañados de adultos para hacer ejercicio y bajo ciertas condiciones.
Ante la fragmentación de la respuesta, los grupos mayoritarios de la Eurocámara (Populares, Socialistas y los liberales de Renew Europe) han pedido, de una u otra forma, la creación de mecanismos para que Bruselas pueda asumir mayores competencias en la gestión de crisis sanitaria en situaciones de excepcionalidad como las que nos ocupan.
El ejecutivo comunitario intenta también preservar el espacio Schengen, uno de los grandes hitos del proyecto de integración europeo, y ha propuesto extender la clausura de las fronteras exteriores hasta el próximo 15 de mayo. El ejecutivo comunitario confía en que el blindaje del espacio Schengen de cara al exterior acabe consiguiendo que los Estados cesen los controles fronterizos interiores que también se pusieron en marcha de manera unilateral y sin tener en cuenta los ruegos del ejecutivo comunitario.
Esta estrategia del sálvese quien pueda propició que en las fronteras entre Polonia y Alemania se produjeran atascos de 60 kilómetros que pusieron en peligro el suministro de material médico y de primera necesidad.
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