Problemas de liderazgo de Hashimi al frente del Estado Islámico

Algo está ocurriendo en el seno del Estado Islámico (Isis, Daesh), para que tenga que echar mano de su primer “califa” y de uno de los últimos portavoces, en citas que se les atribuyen, para justificar la autoridad religiosa, militar y política del nuevo cabecilla, Ibrahim Hashimi, o como le denominan textualmente Muyahid Sheikh Ibrahim bin Awad Al-Badri.

En el número 231 del semanario “Naba”, órgano oficial de Isis, dedican un editorial justificar el nombramiento. Tal y como adelantó LA RAZÓN, la forma en que fue designado ha provocado muchos recelos en el seno de la organización yihadista (aunque sólo se publiquen adhesiones incondicionales) ya que no se cumplió con la tradición de publicidad, con una exposición de su “programa”, y, por el contrario, se realizó en la más absoluta clandestinidad.

Cuando Baghdadi proclamó su “califato”, el 29 de junio de 2014, lo hizo en la mezquita de Mosul con un sermón público en el que expuso lo que después sería la siniestra trayectoria de la banda yihadista. Hashimi, por razones de seguridad, no ha aparecido en público ya que teme ser localizado y neutralizado, como le pasó a su antecesor.

“Naba”, en base a esas citas, concluye que el nuevo “califa”, ahora que se inicia el Ramadán, es el “imán de los musulmanes, ya que cumple con las condiciones del imamato legal que los eruditos han estipulado en este capítulo, porque él es un musulmán, un adulto, una persona cuerda, un juez, un adulto, un estudioso de la ley, un mujahid para un Dios de Dios. El Todopoderoso, que tiene descendencia del linaje, y debido a que es posible para él en la tierra en la que descansa el Estado del Islam y la comunidad musulmana vive en él, entonces su regla se hará sobre la gente en ella”.