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Terrorismo

Menos medios para luchar contra los yihadistas por el coronavirus

El Estado Islámico se alegra de que la pandemia debilite a los países “infieles”

Portada de Naba 237 en el que se Daesh se felicita de la pandemia de coronavirus en occidente
Portada de Naba 237 en el que se Daesh se felicita de la pandemia de coronavirus en occidentejmz237

EL Estado Islámico (ISIS, DAESH) hace un análisis, en su último editorial insertado en redes sociales y publicaciones, sobre las consecuencias del coronavirus y llega a la conclusión de que los países occidentales destinarán menos medios contra el yihadismo.

“Será un factor de agotamiento adicional para los estados infieles, reducirá su interés en lo que está sucediendo en los países musulmanes, debilitará su capacidad para luchar contra ellos y ayudar a los tiranos y los apóstatas. Eso será otra victoria de la gloria de Dios para lograr los objetivos de su yihad”, afirman.

A los terroristas no les ha pasado inadvertido la progresiva salida de tropas internacionales de las zonas de conflicto, lo que facilita la realización de actividades terroristas, ya que los ejércitos nacionales que combaten con ellos, sin la ayuda de expertos occidentales, pierden mucha efectividad.

“La crisis epidémica detuvo los motores de la economía, interrumpió y agotó a los gobiernos, extendió el desempleo y la pobreza en las sociedades.... y, nadie, excepto Dios Todopoderoso, sabe cuáles serán las condiciones del mundo mañana”.

Subraya el “fracaso de los gobiernos incrédulos y su incapacidad para tomar decisiones críticas en cualquier dirección, la falta de confianza en la mayoría de ellos y la incapacidad para presentar un modelo exitoso que los satisfaga y logre seguridad y confianza en el futuro de sus vidas. Es el mundo que no se preocupa por los demás”.

En términos apocalípticos, señala que "el crecimiento económico ha disminuido en la mayoría de los países, la propagación de la bancarrota y los despidos corporativos, y el consiguiente aumento de la pobreza, el desempleo, el crimen y la agitación, sin ninguna esperanza de que esta pesadilla termine pronto”. “Aumenta el número de jóvenes desesperados, que responsabilizan a los gobiernos (…). La idea en la mente de muchos de ellos es hoy la necesidad de torpedear la realidad existente y luego pensar en construir una alternativa a la misma; la tendencia es demoler el edificio y no cambiar su forma o funciones”.