Reino Unido

Johnson y Von der Leyen coinciden en la importancia de cerrar un pacto comercial

Ambos reconocen que aún hay “brechas significativas” para llegar a un acuerdo antes del 31 de diciembre

FILE PHOTO: Britain's PM Johnson meets European Commission President von der Leyen in London
El primer ministro Boris Johnson y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una imagen de eneroHenry NichollsReuters

Boris Johnson y Ursula von der Leyen coincidieron este sábado en la “importancia de encontrar un acuerdo, si es posible, como una base sólida para una relación estratégica entre la UE y Reino Unido” tras el Brexit. El primer ministro británico y la presidenta de la Comisión Europea llevaban ocho meses sin hablar. Pero ambos han mantenido una conversación telefónica en la que han mostrado su interés en cerrar un pacto comercial antes de que en diciembre termine el periodo de transición y los británicos salgan ya a efectos prácticos del bloque.

En cualquier caso, en un comunicado conjunto, reconocen que persisten “brechas significativas”. “Se han hecho progresos en semanas recientes, pero quedan brechas significativas, en particular, pero no solo, en las áreas de pesca, la igualdad de condiciones (para garantizar una competencia justa) y la gobernanza”, matizan.

La llamada se produce después de que el pasado jueves Bruselas iniciara un procedimiento de infracción contra Londres que puede terminar, en última instancia, ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, después de que Boris Johnson se haya negado a quitar las polémicas cláusulas del proyecto de Ley de Mercado Interno, con el que amenaza ahora violar el Acuerdo de Retirada que firmó el año pasado con los Veintisiete.

La legislación británica, que se encuentra ahora en trámite parlamentario, puede otorgar al Ejecutivo la capacidad para modificar de manera unilateral el mecanismo acordado para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas si no hay pacto comercial.

Ese mecanismo establece que la provincia británica de Irlanda del Norte quede en el mercado único europeo para bienes junto con la República de Irlanda en caso de una ausencia de acuerdo.

Es cierto que entre Londres y Bruselas hay cierto clima de tensión y desconfianza. Pero lo importante es que, a día de hoy, ambas partes siguen sentadas en la mesa de negociaciones. Por lo que, técnicamente, aún hay margen para cerrar pacto comercial que evite que las relaciones se rijan únicamente bajo las pautas de la Organización Mundial del Comercio, lo que supondría cuotas y aranceles.

Los dos líderes pidieron al negociador comunitario, Michel Barnier, y a su homólogo británico, David Frost, “trabajar intensamente para tratar de cerrar” las brechas y pactaron hablar “de manera regular” sobre la cuestión.

Desde que en marzo comenzaron las negociaciones sobre la relación tras el Brexit, las cuestiones más espinosas han sido la pesca, la gobernanza del nuevo convenio y las garantías para asegurar una competencia justa entre las empresas británicas y comunitarias.

En Londres se respira no obstante ahora cierto optimismo y desde hace días se venía hablando de una posible llamada telefónica para dar el impulso político que se necesita para avanzar en las cuestiones técnicas.

Respecto a la competencia justa, la UE quiere que Reino Unido se comprometa a que sus regulaciones en áreas como las ayudas de Estado, los estándares sociales y laborales o la fiscalidad no diverjan excesivamente de las comunitarias cuando Reino Unido tenga acceso al mercado europeo como país tercero.

Bruselas teme que una relajación de las reglas británicas en estas áreas mientras Reino Unido continúa intercambiando bienes y servicios con la UE vía un acuerdo de comercio pueda conllevar distorsiones en el mercado y en la competencia justa. El Gobierno británico, por contra, cree que esta cesión comprometería su soberanía.

En el capítulo pesquero, el objetivo final para el sector comunitario es mantener una relación con el Reino Unido que sea lo más parecida a la actual, mientras que Londres apuesta por negociar anualmente las cuotas con los países del bloque.

La gobernanza del futuro convenio también es un aspecto conflictivo, más aún después de la presentación del proyecto legislativo británico que viola el acuerdo de retirada, en particular, los aspectos relacionados con la frontera irlandesa.

En su perfil de la red social Twitter, la presidenta de la Comisión Europea calificó de “buena” la conversación con Johnson. En un primer momento, se había anunciado una videoconferencia entre ambos líderes, pero finalmente los políticos han tenido una conversación telefónica.

El primer ministro británico, antes de conversar con Von der Leyen, dijo este sábado sentirse “optimista” sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial con la Unión. Así, afirmó al periódico “The Daily Telegraph” que las posibilidades de sellar un pacto son “muy buenas”, pero siempre que las partes “ejerzan el sentido común”.

“Reino Unido ha sido siempre muy claro de lo que queremos, queremos una relación al estilo de Canadá (que tiene un acuerdo comercial con la UE). Hemos sido miembros durante 45 años y no veo por qué ellos no pueden tener el mismo acuerdo con nosotros, así que soy bastante optimista”, añadió Johnson.

Novena ronda de negociaciones

Pese a todo, el “premier” mantuvo la amenaza de una desconexión del club comunitario sin acuerdo cuando termine el actual periodo de transición el próximo 31 de diciembre. Desde Bruselas, un alto funcionario aseguró en un encuentro con Efe y otros medios europeos que hay un “sentimiento creciente” entre algunos líderes de la UE de que “tal vez un no acuerdo puede ser menos malo que un mal acuerdo” en la relación futura con el Reino Unido, por lo que aumenta el “escepticismo” sobre la posibilidad de alcanzar un pacto comercial. Los negociadores británico y de la UE, David Frost y Michel Barnier, respectivamente, terminaron ayer sin grandes avances la novena ronda de negociaciones.