Yemen

Estados Unidos designará a los hutíes como una organización terrorista internacional

El grupo rebelde yemení “se reserva el derecho a responder”

Miembros armados del movimiento hutí visitan la tumba del alto funcionario hutí Saleh al-Sammad en la plaza al-Sabeen en Sana, Yemen hoy
Miembros armados del movimiento hutí visitan la tumba del alto funcionario hutí Saleh al-Sammad en la plaza al-Sabeen en Sana, Yemen hoyKHALED ABDULLAHREUTERS

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha desvelado este lunes su intención de designar a los hutíes y a varios de sus altos cargos como una organización terrorista internacional y ha recalcado que próximamente notificará al Congreso a tal efecto.

Pompeo ha indicado a través de un comunicado que pedirá al Congreso que el líder de los hutíes, Abdulmalik al Huthi, y los altos cargos de Ansar Alá --nombre real del grupo-- Abd al Jalif Badradín al Huthi y Abdulá Yahya al Hakim sean incluidos en la lista de terroristas internacionales.

Estas designaciones darán herramientas adicionales para hacer frente a la actividad terrorista y al terrorismo de Ansar Alá, una milicia mortífera respaldada por Irán en la región del Golfo (Pérsico)”, ha manifestado, antes de destacar que el objetivo es que el grupo “rinda cuentas por sus actos terroristas, incluidos los ataques transfronterizos (en Arabia Saudí) que amenazan a la población civil, infraestructura y navegación comercial”.

Asimismo, ha hecho hincapié en que esta decisión busca “hacer avanzar los esfuerzos para lograr un Yemen pacífico, soberano y unido que sea libre de la interferencia iraní y que esté en paz con sus vecinos”. “El progreso a la hora de hacer frente a la inestabilidad en Yemen sólo puede lograrse cuando los responsables de obstruir la paz rindan cuentas por sus acciones”, ha sostenido.

Pompeo ha reconocido las “preocupaciones” derivadas del “impacto sobre la situación humanitaria” en el país que tendrán estas designaciones y ha subrayado que Washington “planea poner en marcha medidas para reducir su impacto sobre ciertas actividades humanitarias e importaciones en Yemen”. ”Hemos expresado nuestra disposición a trabajar con oficiales relevantes en Naciones Unidas, con las organizaciones internacionales y no gubernamentales y con otros donantes internacionales para abordar estas implicaciones”, ha desvelado.

En este sentido, ha apuntado que Estados Unidos “está preparado para dar licencias a sus autoridades y la guía correspondiente en relación con las actividades oficiales del Gobierno estadounidense en Yemen, incluidos los programas de asistencias del que sigue siendo el mayor donante individual, así como las actividades de ciertas organizaciones individuales como Naciones Unidas”. ”Las licencias y guías se aplicarán también a ciertas actividades humanitarias llevadas a cabo por ONG en Yemen y a ciertas transacciones y actividades relacionadas con las exportaciones a Yemen de bienes básicos como comida y medicinas. Estamos trabajando para garantizar que las líneas vitales y los compromisos que apoyan una vía política y una vuelta del diálogo siguen operando al máximo nivel posible”, ha argumentado.

Por otra parte, ha dicho que “no hace falta ver más que el cruel ataque contra el aeropuerto civil de Adén el 30 de diciembre, en el que los hutíes golpearon la terminal de llegadas matando a 27 personas, incluidos tres trabajadores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), para ver la destrucción que los huties siguen causando a los civiles y la infraestructura civil”. ”Los gobiernos de Yemen y Arabia Saudí, así como numerosos expertos, han vinculado directamente este ataque a Ansar Alá”, ha resaltado. Los hutíes se han desvinculado del ataque, perpetrado después de que el avión que trasladaba a la práctica totalidad del nuevo Gobierno reconocido internacionalmente aterrizara en Adén. Los rebeldes acusaron a “facciones mercenarias”, en referencia a los separatistas suryemeníes del Consejo de Transición del Sur (CTS), integrados en el nuevo Ejecutivo, formado días antes del ataque en Adén tras un acuerdo entre las partes, reunidas en Arabia Saudí.

“CAMPAÑA BRUTAL”

En este sentido, Pompeo ha manifestado que “si Ansar Alá no se comportara como una organización terrorista, no sería designado como una organización terrorista”, antes de acusar a los hutíes de “encabezar una campaña brutal que ha matado a mucha gente, sigue desestabilizando la región y niega a los yemeníes una solución pacífica al conflicto en su país”. ”En lugar de distanciarse del régimen iraní, ha recibido con los brazos abiertos al principal patrocinador del terrorismo. La Guardia Revolucionaria de Irán ha dado misiles, drones y entrenamiento a Ansar Alá, permitiendo al grupo atacar aeropuertos y otra infraestructura crítica”, ha señalado.

Pompeo ha acusado además a Irán de “frustrar los esfuerzos de la ONU y los países amigos para solucionar la crisis pacíficamente y poner fin al conflicto”. “Estados Unidos pide al régimen iraní que deje de entregar armas de contrabando a Ansar Alá, en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y que deje de permitir los actos agresivos de Ansar Alá contra Yemen y sus vecinos, incluido Arabia Saudí”, ha añadido.

Por último, ha resaltado que la comunidad internacional “ha acordado (...) que las acciones unilaterales para hacerse con las instituciones del Gobierno legítimo de Yemen son inaceptables y que una transición política legítima (...) puede ser lograda únicamente a través de negociaciones políticas”. ”Sin embargo, el proceso político ha producido resultados limitados desde hace muchos años. Esto nos obliga a buscar medios adicionales con los que cambiar el comportamiento de Ansar Alá y los que lo apoyan en nuestra búsqueda de la paz y la seguridad en Yemen”, ha remachado.

LOS HUTÍES CARGAN CONTRA EEUU

En respuesta, el presidente del Comité Revolucionario de los hutíes, Mohammed Alí al Huthi, ha condenado la decisión a través de una serie de mensajes publicados en Twitter y ha dicho que el grupo “se reserva el derecho a responder”. ”Estados Unidos es la fuente del terrorismo. Las políticas de la Administración (del presidente estadounidense, Donald) Trump son terroristas y sus acciones son terroristas”, ha manifestado, antes de acusar a Washington de “matar de hambre y asesinar” a la población yemení.

Por su parte, el Comité Noruego para los Refugiados (NRC) ha alertado del “impacto de gran alcance” de la decisión “sobre la ya dura situación humanitaria en Yemen” y ha agregado que “las sanciones dañarán la capacidad de las agencias humanitarias de responder”. ”Sin salvaguardas adicionales y exenciones más amplias para el sector comercial, la dañada economía yemení sufrirá un golpe más devastador”, ha lamentado el director del NRC en el país, Mohamed Abdi, quien ha dicho que “lograr comida y medicinas en Yemen, un país dependiente al 80 por ciento de las importaciones, será aún más difícil”. ”El Gobierno de Estados Unidos debe garantizar que las sanciones no bloquean la entrada de la comida, el combustible y las medicinas en el país, ya sumido en una catástrofe humanitaria a gran escala”, ha señalado, antes de reclamar al presidente electo, Joe Biden, que “garantice que los civiles yemeníes pueden recibir ayuda” una vez llegue a la Casa Blanca.

Por último, Abdi ha pedido a Washington que "dé salvaguardas y garantías sin ambigüedades para que la ayuda humanitaria siga siendo entregada sin retrasos y en todos los territorios en conflicto, independientemente de quién los controle, y que se evite que los trabajadores humanitarios sean criminalizados".

El Gobierno yemení tiene su sede en Adén desde que los rebeldes hutíes se apoderaron de la capital, Saná, a finales de 2014. Sin embargo, el presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, lleva sus asuntos entre Adén y Riad, mientras Arabia Saudí lidera una coalición internacional para derrotar a los insurgentes.

El conflicto ha sufrido un recrudecimiento durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan ayuda.