Energía

Países que frenaron las centrales nucleares tras Fukushima

Alemania impulsó la política más decidida en su transición energética y prevé cerrar todos los reactores en 2022

Central nuclear de Flamanville, en Francia
Central nuclear de Flamanville, en FrancialarazonLa Razón

Después del desastre de la central nuclear de Fukushima, la industria atómica sufrió un duro golpe, como ya lo había sufrido en 1986, cuando se produjo el accidente de Chernobyl. El miedo a un nuevo desastre medioambiental tras el tsunami que golpeó las costas de Japón en 2011, donde se asentaba la planta de Fukushima, hizo que algunos países pusieran el freno a sus planes para la generación de energía atómica.

La catástrofe ocurrida en Japón hace ahora diez años no fue el único motivo que precipitó un cambio. El avance de las tecnologías verdes, especialmente de la fotovoltaica, y otras industrias más competitivas, como la del gas, marcó un punto de inflexión. Estos son algunos países que optaron por reducir su producción nuclear.

Alemania

Tras el desastre de Fukushima, el Gobierno de Angela Merkel sacó adelante en 2011 un calendario apoyado de forma mayoritaria por las fuerzas políticas del país y la sociedad para cerrar todas las centrales nucleares en el año 2022. El objetivo es prescindir de las energías fósiles y nucleares para sustituirlas por fuentes alternativas y no contaminantes. De hecho, actualmente Alemania produce más electricidad de energías limpias que de aquella procedentes de las plantas atómicas. Para 2018, Berlín ya había cerrado ocho centrales, las más antiguas, pero en 2019 aún quedaban ocho centrales activas.

Japón

Japón dio un frenazo a la energía nuclear tras Fukushima. En 2011 había 54 reactores nucleares en funcionamiento que suministraban aproximadamente el 30 % de la energía eléctrica del país. En 2018, solo cinco centrales con un total de nueve reactores cumplían con la nueva normativa mientras que otros 19 reactores estaban en la lista para ser desmantelados. A día de hoy, la mayor fuente de producción es el gas natural licuado, con el 38% de la producción de electricidad, seguido del carbón, mientras que las renovables suponen un 17% de la producción y la nuclear, el 9%. Las autoridades energéticas quieren aumentar el la producción de la nuclear al 20% del mix energético.

Suiza

En 2019, las autoridades desconectaron la central nuclear suiza de Mühleberg debido al alto coste de su mantenimiento, por lo que actualmente sólo cuenta con tres centrales nucleares, que podrán seguir funcionando mientras se ajusten las normas de seguridad requeridas. En 2017, los suizos habían votado en un referéndum por el abandono progresivo de la energía nuclear y en contra de la construcción de nuevas centrales.

Francia

Es el país del mundo más dependiente de la energía nuclear (con un 75%) y con más centrales atómicas de Europa. Actualmente tiene 58 reactores repartidos en 19 centrales y está en construcción el primer reactor de tercera generación, pero incluso aquí el Gobierno tiene en marcha un plan para ir apagando 17 centrales hasta el año 2025 para reducir al 50% su dependencia del modelo vigente y sustituirlo por fuentes renovables.

Bélgica

Tiene dos centrales nucleares con siete reactores que producen el 55% de la electricidad del país, pero las autoridades apostaron hace dos años por el abandono progresivo de la energía nuclear con el objetivo de cerrar todos los reactores. Los tres reactores de Tihange y los cuatro de Doel se construyeron entre 1975 y 1985 y, salvo prolongaciones, se irán clausurando definitivamente entre 2022 y 2025.