África

Atrocidades

Alemania reconoce por primera vez que cometió un genocidio en Namibia durante la época colonial

Berlín destinará 1.100 millones de euros como compensación por «el inconmensurable sufrimiento infligido a las víctimas», pero no dará derecho a reclamar indemnizaciones

Calaveras de personas de las etnias herero y nama, expuestas en una ceremonia en Berlín en 2018 para devolver restos humanos de Alemania a Namibia
Calaveras de personas de las etnias herero y nama, expuestas en una ceremonia en Berlín en 2018 para devolver restos humanos de Alemania a NamibiaCHRISTIAN MANGREUTERS

A principios del siglo XX, las tropas coloniales alemanas asesinaron a decenas de miles de miembros de las etnias hereros y namas en lo que entonces se conocía como el África del Sudoeste alemana, ahora Namibia. Los historiadores todavía hoy se refieren a estas atrocidades como “el primer genocidio del siglo XX”.

Este viernes, más de cien años después de esos crímenes y después de cinco de negociaciones, Alemania reconoció el exterminio e informó que destinará 1.100 millones de euros para el desarrollo económico del país africano. “Estoy contento y agradecido de que haya sido posible lograr un entendimiento con Namibia sobre el capítulo más oscuro de nuestra historia común”, aseguró el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, que calificó de “gran éxito” dicho acuerdo.

El Imperio Alemán fue una potencia colonial en lo que ahora es Namibia desde 1884 hasta 1915 y reprimió brutalmente las rebeliones. Los historiadores calculan que entre 1904 y 1908 tropas del emperador alemán Guillermo II masacraron aproximadamente a unos 65.000 de los 80.000 Hereros y al menos 10.000 de los 20.000 Namas fueron asesinados, después de que se alzaran contra el dominio colonial alemán. El plan de exterminio sistemático de hombres, mujeres y niños -por las armas, a través del abandono en el desierto o el internamiento en campos de concentración- prefiguró otras limpiezas étnicas del siglo XX.

Tras casi seis años de negociaciones, las delegaciones de ambos países llegaron a un acuerdo y ahora Alemania también quiere pedir oficialmente perdón por los crímenes. En el comunicado el ministro añadió que el objetivo de las negociaciones, explicó el ministro, era encontrar un “camino común” hacia una “verdadera reconciliación en la memoria de las víctimas” ya que las relaciones bilaterales entre ambos países estaban lastradas “desde hacía tiempo” por esta cuestión. “A la luz de la responsabilidad histórica y moral de Alemania, pediremos perdón a Namibia y los descendientes de las víctimas”, agregó el jefe de la diplomacia alemana. Según los informes, el presidente federal Frank-Walter Steinmeier presentará una solicitud oficial de perdón en una ceremonia en el parlamento de Namibia.

Maas señaló que el “reconocimiento de la culpa” y la “petición de perdón” es un “paso importante”, aunque se dijo consciente de que una reconciliación verdadera “no se puede decretar”, como tampoco a raíz de este acuerdo se puede dar el asunto por zanjado. Revisar los delitos cometidos de esta forma contribuirá no obstante a construir de forma conjunta el futuro, afirmó el ministro de Exteriores. Como “gesto de reconocimiento” ante el “incalculable dolor” causado por el ejército imperial alemán, argumentó el ministro de Exteriores, Alemania ha puesto en marcha un “sustancioso programa” de 1.100 millones de euros “para la reconstrucción y apoyar el desarrollo” económico en las áreas de asentamiento hereros y namas durante un período de 30 años. Debería destinarse a fortalecer la reforma agraria, la agricultura, la infraestructura rural y el suministro de agua, así como la formación profesional.

Los representantes de los herero y los nama, que estuvieron en contacto estrecho con el negociador namibio (pero no participaron directamente en las conversaciones), exigían indemnizaciones individuales, a lo que Berlín se negó desde el principio. Esto imposibilitó durante un tiempo el acuerdo. El Gobierno alemán abogaba a cambio por diseñar un programa de inversiones en las tierras que tradicionalmente habitaban estas dos etnias y que nunca se recuperaron totalmente tras el dominio colonial alemán. Berlín no quiso que se emplease el término reparaciones por crímenes de guerra, pues eso podía abrir la puerta a una cadena de demandas individuales. Buscaba cerrar la derivada económica de este asunto con el acuerdo intergubernamental. En noviembre de 2019 el Parlamento alemán utilizó por primera vez la palabra “genocidio” para referirse a esta masacre.

El gobierno de Namibia acogió con satisfacción el reconocimiento de los crímenes alemanes. “El reconocimiento de Alemania de que se ha cometido un genocidio es el primer paso en la dirección correcta”, aseguraron. Mientras tanto, las críticas al acuerdo con Alemania llovieron desde las filas de la oposición namibia. Un representante del partido de oposición más grande del país sudafricano, el Movimiento Democrático Popular (PDM), habló de un “insulto” a Namibia. Los representantes de Alemania “no negociaron de buena fe”, asegura la diputada Inna Hengari en declaraciones al diario “The Namibian”.

“Si Namibia recibe dinero de Alemania, debe ir a los líderes tradicionales de las comunidades afectadas en lugar del gobierno”, criticó un representante del Movimiento namibio de los Sin Tierra (LPM). En esta línea, algunos parlamentarios pidieron a la oposición que rechace unánimemente el acuerdo entre los dos países, a favor de conceder reparaciones directas para los descendientes de las víctimas del genocidio.